Los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea, reunidos en Bruselas, se comprometieron hoy a apoyar el desarrollo de infraestructuras para lograr que en 2015 ningún estado miembro se encuentre en una situación de aislamiento energético.
"Ningún estado miembro de la UE debería constituir una 'isla energética' después de 2015 o poner en peligro su seguridad energética por carecer de las conexiones apropiadas", afirmaron los líderes europeos en el texto de conclusiones sobre energía, ya aprobado por la cumbre.
"Ya no es posible diseñar políticas energéticas en un contexto meramente nacional: Se necesita un marco europeo", destacó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en un comentario durante la reunión emitido en Twitter.
El compromiso se enmarca dentro del esfuerzo europeo por reforzar la seguridad de suministro y reducir la dependencia de las importaciones. La integración del mercado energético de la UE es el principal objetivo y debe ser una realidad a más tardar en 2014.
Resulta esencial para lograr esa integración modernizar y expandir las infraestructuras energéticas.
Los gobiernos nacionales esperan que sea el propio mercado el que asuma el grueso de la inversión para desarrollar el mercado interior, aunque reconocen que los proyectos de interés europeo que no logren atraer suficiente financiación del mercado podrán recibir una "financiación pública limitada".
La Comisión Europea (CE) estima que se necesita una inversión de 200.000 millones de euros para mejorar las redes de transmisión de energía, la mitad de los cuales serán aportados por la industria y la otra parte deberá ser dinero público.
El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, pretendía obtener el apoyo político de los líderes europeos a su idea de destinar parte del presupuesto comunitario del marco plurianual a partir de 2014 a la energía como medida para mantener al menos los 2.300 millones de euros del programa europeo de recuperación económica de 2009 para interconexiones de electricidad y gas.
Pero los líderes comunitarios no fueron tan lejos, aunque al aceptar destinar "financiación pública limitada" a los proyectos de infraestructura dejan la puerta abierta a Bruselas, que deberá presentar una propuesta concreta en junio con cifras y un listado de proyectos.
Uno de los proyectos que podrían beneficiarse de esos fondos es la interconexión de gas y electricidad entre Francia y España, que la CE señaló como prioritaria el pasado mes de marzo, ya que haría posible traer energía desde África hasta Europa central.
Por otra parte, la UE no acordó, como reclamaban el Parlamento Europeo y las organizaciones ecologistas, convertir en vinculante el objetivo de mejorar en un 20% la eficiencia energética para 2020, aunque aceptó revisar la situación en 2013 para determinar si se precisan medidas adicionales.
Pero se compromete a promover la inversión en "renovables y tecnologías seguras y sostenibles con bajas emisiones de carbono", una idea criticada por Greenpeace que alerta del peligro de situar a la nuclear entre las energías limpias.
En política energética exterior, está previsto que la CE presente una propuesta en junio, mientras que los países están invitados a informar a Bruselas sobre todos sus acuerdos bilaterales sobre energía a partir del 1 de enero de 2012.
La cumbre, inicialmente concebida para abordar por primera vez cuestiones energéticas y de innovación al más alto nivel, se centró en las medidas para salir de la crisis de deuda que atraviesa la euro zona y coordinar la respuesta europea a los acontecimientos de Egipto.