Las elecciones presidenciales en Egipto se desarrollaron "conforme a la ley", pero el entorno en el que se celebraron se caracteriza por la restricción de libertades y derechos, según la misión de observadores de la Unión Europea (UE).

En un informe preliminar presentado hoy en rueda de prensa, que será completado por otro definitivo cuando se conozcan los resultados finales, los observadores de la UE calificaron los comicios de "pacíficos y bien administrados". 

Las elecciones, en las que el ex jefe del Ejército Abdel Fatah al Sisi ha obtenido una abrumadora victoria con más del 93% de los votos según los datos facilitados por su campaña, terminaron ayer después de tres jornadas de votaciones.

Pese al correcto desarrollo del sufragio, la misión, encabezada por el portugués Mario David, llamó la atención sobre el escaso respeto de ciertos principios constitucionales, especialmente en las áreas de libertad de asociación y de expresión. 

Según David, la falta de regulación y el desequilibrio en los recursos favoreció mucho a Al Sisi, al igual que su presencia en los medios de comunicación privados, dos veces superior a la de su contrincante, el izquierdista Hamdin Sabahi. 

"Fueron unas elecciones democráticas, pacíficas y transparentes, pero no necesariamente justas, porque un candidato tenía todos los medios", opinó, en alusión a Al Sisi, el jefe de la delegación del Parlamento Europeo, el luxemburgués Robert Goebbels.

Los observadores criticaron en su informe la ampliación de las votaciones en un tercer día adicional, una medida adoptada por sorpresa por la Comisión Electoral para permitir una mayor afluencia de votantes.

"Aunque la extensión del plazo no va contra la ley, esta decisión causó una incertidumbre innecesaria en el proceso electoral", señaló David, quien dio por buena la tasa de participación del 46% facilitada por las autoridades egipcias.

Sin embargo, fuentes diplomáticas y de las misión de observadores confesaron a Efe su frustración con el informe presentado por la UE, "que no se corresponde con lo que ha percibido mucha gente", según un diplomático de una embajada europea que pidió el anonimato.

"(El documento) está muy alejado de lo que hemos vivido, tenía que haber sido más contundente", dijo este alto funcionario, que relató cómo los representantes de las legaciones de los Estados miembros de la UE en El Cairo abogaron por un informe menos condescendiente frente a los enviados de Bruselas.

El propio Goebbels reconoció a Efe que, al final del segundo día de votaciones, la misión calculaba la participación en torno al 30%, por lo que el último día tendría que haber sufrido un impulso súbito.

Otra observadora, que pidió el anonimato, explicó que los colegios electorales donde cumplió su misión estuvieron "vacíos" el segundo y el tercer día, y puso en duda la tasa de participación.

Descontada desde el principio la victoria de Al Sisi, la mayor incógnita de los comicios era comprobar la afluencia de votantes a las urnas, para conocer el nivel de apoyo real al ex militar entre los egipcios.