Es la última oportunidad de recuperar el Spirit: mañana lunes, expertos de la agencia espacial estadounidense iniciarán un nuevo y último intento por liberar al vehículo explorador que desde abril está atascado en una zona arenosa del suelo de Marte.
Si los especialistas no logran recuperar el vehículo robot, será el fin de su misión.
El Spirit se merece un descanso: se esperaba que tanto él como su mellizo, la sonda Opportunity, trabajaran durante 90 días después de haberse posado en el planeta rojo a comienzos de 2004.
Sin embargo, ya pasaron casi seis años desde que los dos vehículos robots entusiasman a los científicos con impactantes fotografías, imágenes y datos sobre la composición de Marte y sobre su pasado.
Los dos vehículos robot se convirtieron en una de las historias de éxito más grandes de la Nasa y en algo así como los "hijos" del equipo de cientos de investigadores y técnicos responsables del proyecto. Por ello, no asombra que se le quiera dar una última oportunidad de seguir con sus aventuras.
El vehículo está varado en un lugar de Marte que los científicos han bautizado como Troy. Durante un viaje de exploración, las ruedas del Spirit se hundieron través de un suelo duro y después se atascaron en una capa de arena que había debajo.
DUPLICADO
Los primeros intentos por liberarlo fracasaron y la Nasa hizo luego una pausa para probar otra estrategia con el duplicado del robot en un cajón de arena en el "Jet Propulsion Laboratory" (JPL), en California.
Ahora llegó el momento, anunció el equipo del JPL el pasado jueves en Pasadena. Con la divisa "Ahora o nunca", mañana lunes se darán al pequeño vehículo los primeros comandos para que gire sus ruedas hasta seis veces. El procedimiento continuará durante varios días e incluso semanas, milímetro a milímetro, hasta alcanzar en el mejor de los casos que Spirit vuelva a rodar con libertad.
La Nasa dará previsiblemente tiempo al vehículo hasta febrero para que intente salir de la trampa. Si no funciona, el robot seguirá investigando las inmediaciones desde su inmovilidad, como viene haciendo desde febrero, hasta que pase a mejor vida.
En la agencia espacial no hay mucho optimismo. "Será un proceso muy largo", dijo Doug McCuistion, director del programa de investigación de Marte de la Nasa. "Y hay muchas probabilidades de que nuestro intento de liberación no funcione".
CASI SEIS AÑOS DE TRABAJO
Spirit, cuyo nombre representa el ánimo de descubrimiento, se posó en suelo marciano el 3 de enero de 2004. Tres semanas más tarde su modelo gemelo Opportunity llegó al otro hemisferio de Marte. El dúo de robots tenía la misión de buscar pruebas de la posible existencia anterior de agua en el planeta, una condición para que pueda haber vida en el lugar.
Los vehículos encontraron las pruebas, y no sólo eso. También hallaron cuarzo en el suelo marciano, lo que podría ser un indicio de la existencia de antiguas fuentes de calor. Y enviaron más de 250.000 imágenes, entre ellos tomas a colores fanstásticas del cráter "Victoria", explorado durante dos años por el Opportunity.
Con la ayuda de la sonda "Mars Odyssey" transmitieron más de 36 gigabytes en datos. Entre ambos, han recorrido hasta ahora 26,3 kilómetros, subiendo y bajando áreas rocosas, en medio de tormentas de polvo y con las dificultades derivadas del desgaste de sus piezas internas. Spirit, además, empezó a "cojear" en 2006, cuando se estropeó una de sus seis ruedas.
Ello dificulta aún más la misión de la Nasa para rescatarlo de su difícil situación actual. El robot está atascado además al mismo borde de un cráter, repleto desde hace tiempo con arena contaminada con azufre, endurecida en la suferficie y flácida por debajo. Exactamente la combinación que detuvo antes al "Spirit".
¿Y el Opportunity? Según la Nasa, el segundo vehículo marcha ágil y sin problema alguno camino al cráter "Endeavor" que debe explorar ahora.