El día después de Roger Federer fue menos intenso que el anterior, cuando venció en cinco sets a Rafael Nadal y se adjudicó el 18º Grand Slam de su carrera, agigantando su leyenda como uno de los mejores deportistas de la historia y, de paso, regresó al top ten, ubicándose en el décimo lugar del ranking ATP (Rafa trepó al sexto).
Luego de su gran triunfo, el suizo tuvo una larga noche de baile junto a su esposa y algunos amigos y familiares, mientras que hoy en la mañana aprovechó para recorrer los Jardines Carlton, donde posó con su trofeo y también pudo compartir con sus fans.
"Estaba en casa a la salida del sol, lo cual fue bueno. Fue agradable ver el sol levantarse sobre Melbourne y entrar en la habitación. Fue una noche larga, pero fue muy divertido.Todo el mundo estaba de tan buen humor. Era un día especial, una pareja especial y terminó en una gran manera para divertirse y olvidarse de todo. Toda la presión se fue y sólo estábamos celebrando todo. Fue genial", resumió el helvético.