Siguiendo la tónica de los anteriores debates, Marco Enríquez volvió a incomodar esta noche a sus contendores en el foro de la Anatel. Pese a que desde su equipo habían informado que se concentraría en presentar propuestas, inició su participación con interpelaciones directas a Sebastián Piñera y Alejandro Guillier. Con el senador fue particularmente duro, enrostrándole unos supuestos mensajes de texto que el diputado radical Fernando Meza habría escrito en su contra. Esto, emplazando al senador a responder por ese hecho, junto con señalar -erróneamente- que ese parlamentario era "asesor" de Guillier.
A diferencia de ocasiones anteriores, el abanderado de La Fuerza de la Mayoría respondió con firmeza, acusando a ME-O de caer en "contradicciones" que demostrarían "inseguridad". Incluso, dijo que "no necesita inventarme crímenes, porque no soy un criminal". A esas alturas, el jefe del comando de Guillier, Osvaldo Correa, comenzaba a tomar apuntes cuando el candidato era interpelado. Y a esa misma hora, el equipo de campaña difundía un comunicado en el que Correa reprochaba los ataques que había lanzado Enríquez-Ominami.
El escenario configuraba un panorama completamente distinto al diseño que ha aplicado el equipo del senador independiente: evitar confrontaciones con sus contendores de centroizquierda para no instalar un clima de tensión que perjudique la búsqueda de apoyos para segunda vuelta. Y también volvía a poner a Guillier en el centro de la discusión. La ocasión era, para el senador, un test relevante: el último antes del 19 de noviembre y que le permitiría al principal candidato del oficialismo, junto con su despliegue en terreno, revertir las cifras logradas en la última encuesta CEP.
El debate tuvo menos emplazamientos cruzados que los foros anteriores. Tampoco se repitió la lógica del encuentro organizado por la Archi, en el que Piñera concentró las críticas de sus contendores.
En ese contexto, en el comando del abanderado de Chile Vamos hicieron una buena evaluación del desempeño del ex mandatario, quien, en varias ocasiones, esquivó los emplazamientos de sus contrincantes y se concentró en destacar -carteles en mano- las diferencias entre su gobierno y el de Michelle Bachelet en materia de delincuencia y crecimiento económico.
Su momento de mayor complejidad fue cuando tuvo que responder sobre los programas que eliminaría en caso de llegar a La Moneda, algo que evitó detallar. En su entorno dicen que eso se debe a que aún falta información de la Dirección de Presupuestos.
Los aprendizajes de Guillier
Esta vez, Guillier llegaba al foro de Anatel precedido de varios episodios complejos: primero, un desempeño en el programa Tolerancia Cero, la noche del domingo, que fue calificado como deficiente en su entorno, sobre todo por sus intervenciones respecto a las isapres, al plazo de prescripción de los delitos electorales y al caso del juez Calvo; segundo, por la confusión que se generó -para muchos en el oficialismo sin explicación alguna- sobre su programa de gobierno, luego que señalara que lo presentaría después del 19 de noviembre -pese a que su equipo había definido lanzarlo hoy 7 de noviembre- y que, después, hablara de la presentación de un "compendio".
Con eso como telón de fondo, Guillier se había reunido ayer a las 9 de la mañana, en su casa, con su equipo, cita en la que se realizó un análisis detallado de su participación en Tolerancia Cero. Así, le dieron al candidato varias directrices políticas y comunicacionales para enfrentar esos temas en el debate, algo que se reflejó cuando Guillier dijo, consultado sobre el tema de las isapres y la campaña de difusión en la que él participó en 2006, que "mi rol como periodista es uno y como gobernante es otro".
ME-O insistió más adelante en el foro de ayer con el episodio del diputado Meza, volviendo a emplazar a Guillier, que se veía molesto con la situación. Al responderle, el senador dijo que "no he mandado a matar a nadie y menos a Marco, a quien le tengo afecto, pese a como me trata siempre". Así, dijo que "la metida de pata de un parlamentario se aclara como corresponde" y que "no se magnifica". Justo en esos momentos, Correa, en las graderías del público, decía entre dientes: "Di que no es del comando". Ante la consulta del periodista Matías del Río sobre si sacaría a Meza -pese a que ese diputado no integra el comando ni juega ningún rol en la campaña-, Guillier dijo que "se acabó el tiempo" dispuesto por la organización del debate para responder. Y ante la insistencia, agregó que "mejor el silencio ante la tontera".
En el equipo de Guillier valoran las respuestas que dio a las arremetidas de ME-O, pero agregan que no debería mostrarse molesto y que lo principal es que mantenga la calma y que "no caiga en el juego".
Las condiciones de Sánchez
En los momentos finales del encuentro volvió a surgir el debate sobre segunda vuelta.
Por primera vez, la abanderada del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, planteó ejes fundamentales para un apoyo en segunda vuelta. Pese a que reiteró que no se adelantará a referirse a las decisiones hasta el 19 de noviembre, al ser consultada por cuáles eras las materias intransables para ella, respondió: "Digo clarito lo que es intransable para mí: salud, educación, vivienda, pensiones sin negocio".
En paralelo, la abanderada DC, Carolina Goic, hizo un gesto a Guillier. "No tengo ningún problema personal con Alejandro. Muy por el contrario, somos senadores y hemos trabajado juntos en los temas de regionalización, y éste no es un tema personal, sino diferencias políticas. Y es parte de por qué nosotros tomamos la decisión de tener una candidatura separada", dijo. Esto, junto con valorar la apertura que ha mostrado desde hace varios días el senador frente a las concesiones hospitalarias -uno de los ejes que Goic ha impulsado-, algo que el abanderado de La Fuerza de la Mayoría reiteró ayer.