El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, se lanzó hoy a un ataque sin tregua contra su rival republicano, Paul Ryan, durante los 90 minutos del único debate de campaña que los enfrentó cara a cara y que era considerado clave para que los demócratas recuperaran el terreno perdido por el propio presidente Barack Obama en su duelo contra Mitt Romney una semana atrás.
En un encuentro en Danville, Kentucky, que tuvo un fuerte peso en política exterior, un "agresivo" Biden, como coincidieron en retratarlo los medios, rebatió todas y cada una de las visiones del congresista republicano en materia de política tanto internacional como doméstica, con constantes interrupciones a su rival.
"Bobadas" fue la palabra que usó un Biden que por momentos apenas podía contener una despectiva risa frente a las acusaciones de Ryan acerca de que el gobierno del demócrata Barack Obama no ha hecho lo correcto en Libia, Afganistán, Irak o un en Irán, que según el republicano cada vez está más cerca de un arma nuclear por la falta de "liderazgo" estadounidense en el mundo bajo el gobierno de Obama.
"Con todo respeto, todo eso es una sarta de bobadas", interrumpió Biden cuando Ryan afirmó que no les ha plantado cara a los "mullahs en Irán", a Bashar al Assad en Siria o de errar en su reacción al asesinato del embajador Chris Stevens en Bengasi, Libia, entre otros.
"Ni una sola cosa que dice es correcta", insistió el vicepresidente demócrata, que acusó directamente "al congresista aquí", en referencia a Ryan, de haber sido el responsable entre otros de "recortar el presupuesto para seguridad diplomática en más de 300 millones de dólares de lo solicitado" para ahora acusar al gobierno de fracasar en la defensa de los diplomáticos norteamericanos.
La muerte del embajador Stevens y otros tres estadounidenses en un ataque al consulado de Bengasi se ha convertido en el último arma arrojadiza de la campaña electoral, en la que los republianos acusan al gobierno de Obama de haber reaccionado mal, tarde y de forma "confusa" al incidente sucedido justo hace un mes.
"Le llevó dos semanas al presidente reconocer que esto fue un ataque terrorista", replicó Ryan. "Primero le echaron la culpa a un video en YouTube, ahora están intentando echarle la culpa a la candidatura Romney-Ryan por sacar el tema", agregó.
El tono agresivo continuó entre los candidatos vicepresidenciales en otros temas de política exterior como Afganistán, donde Ryan acusó al gobierno de estar "proyectando debilidad" y de haber puesto en peligro la misión al fijar la fecha de salida de tropas en 2014.
"No queremos darle a nuestros aliados un motivo para confiar menos en nosotros mientras envalentonamos a nuestros enemigos diciéndoles que esperen a que nos vayamos para volver", dijo Ryan antes de que Biden lo interrumpiera de nuevo para calificar sus afirmaciones de "estrambóticas" y recordar que la retirada es apoyada por 49 aliados.
El duelo entre el veterano Biden, de 69 años, y Ryan, de 42, fue seguido con especial atención debido a la pobre actuación de Obama una semana atrás en el primero de los tres debates contra su rival para la Casa Blanca, Mitt Romney.
Según analistas, los demócratas necesitaban que Biden presentase una buena imagen -y sobre todo más agresiva que Obama- para poder recuperarse en unas encuestas que los últimos días se han inclinado a favor de los republicanos.
Algo que llevó a Biden a atacar con el gafe de Romney sobre su despectivo comentario del "47 por ciento" de los votantes, haciendo así uso de un arma que los observadores habían reprochado a Obama no usar en su propio duelo contra el ex gobernador.
"Sé que está bajo coacción para recuperar terreno perdido", llegó a decir hoy un Ryan visiblemente molesto por las interrupciones de Biden.
La tensión sin embargo no bajó, sino todo lo contrario, cuando la moderadora del duelo vicepresidencial pasó a la política doméstica, un terreno que ha enfrentado más aún a demócratas y republicanos durante la carrera presidencial y aun antes, sobre todo en materia de impuestos, gasto estatal o reforma sanitaria.
Y las profundas discrepancias continuaron al sacar a relucir la moderadora un tema hasta ahora no discutido cara a cara por ninguno de los bandos: el aborto.
Aunque por primera vez en la historia los dos aspirantes a la vicepresidencia son católicos, también en este tema mostraron una fuerte diferencia.
Un Ryan que dijo no saber cómo una persona puede "separar su vida pública de su fe", afirmó que de llegar Romney a la presidencia se opondrá al aborto "con las excepciones de violación, incesto o la vida de la madre".
Biden por el contrario dijo que acepta en su "vida personal" la posición de la Iglesia católica en materia de aborto. "Pero me niego a imponérsela a otros (...) no creo que tengamos derecho a decirle a otras personas que las mujeres no pueden controlar su cuerpo".
Tras el duelo el Kentucky, los debates electorales vuelven a estar en manos de los candidatos presidenciales Obama y Romney, que tienen una nueva cita cara a cara el próximo martes, cuando además tendrán que responder a preguntas del público.