El alero titular DeMarre Carroll, de los Hawks de Atlanta, que anoche se lesionó durante el primer partido de las finales de la Conferencia Este que ganaron los Cavaliers de Cleveland, no sufre ningún daño estructural en la rodilla izquierda.
Carroll fue sometido hoy a una resonancia magnética que confirmó una hiperextensión leve de la rodilla izquierda que con un tratamiento adecuado le podría permitir jugar este viernes el segundo partido de la serie.
No hay ligamento afectado o daños estructurales en la rodilla, ni rotura de cartílago, simplemente se trata de una pequeña contusión ósea, según el parte médico.
Carroll se lesionó cuando faltaban cinco minutos para el final del partido cuando pisó mal con el pie izquierdo mientras trataba de elevarse y hacer una bandeja.
El jugador de los Hawks estaba marcado por el escolta-alero Iman Shumpert, de los Cavaliers, pero en ningún momento hubo contacto entre ambos.
Antes de lesionarse no tuvo su mejor inspiración encestadora, pero sí la misión de marcar al alero estrella de los Cavaliers, LeBron James, que fue el que más se interesó por su estado cuando abandonó el campo ayudado por asistentes de los Hawks.
"La NBA es una hermandad", dijo James en la rueda de prensa posterior al partido. "Uno nunca quiere ver a nadie que tenga que retirarse lesionado".