Piden silencio y nadie se mueve. Juliette Binoche (María) ingresa a un pequeño cuarto. La emoción inunda su rostro. Viste un chaleco café y una blusa negra de puntos blancos. En instantes podrá tener contacto, por primera vez, con su hermano Darío Segovia (Juan Pablo Raba), uno de los 33 sobrevivientes de la mina San José. Binoche toma asiento. Al lado izquierdo de la pantalla por la que los familiares se comunicaban con los mineros, se visualiza a Raba, sucio y cansado. Pasan los minutos y Juliette comienza a angustiarse, sus ojos se quiebran y su rostro ya no es el mismo. Darío no quiere hablar con ella. Juliette abandona fugazmente la habitación. Al instante, Rodrigo Santoro en el papel del ex ministro Laurence Golborne aparece y la contempla por una ventanilla.
Es sólo una parte de las escenas grabadas en la Tercera Región de Atacama, en un galpón en el aeródromo Chamonate, a unos 15 minutos de Copiapó. El miércoles se grabó el primer contacto del entonces ministro de Minería -que personifica Santoro- con los mineros, y el jueves las primeras palabras de los familiares con los sobrevivientes. Allí, el productor Mike Medavoy revisa las imágenes del tercer día de grabación.
Sol y desierto acompañan al elenco desde que arribaron a la región. Para Gregg Brilliant, encargado de Relaciones Públicas de la producción, la árida ciudad es hermosa. Tanto el contraste de los cerros con el cielo, como la calidez de la gente. Sin embargo, reconoce que "es difícil entender el acento chileno y sus modismos".
En cuanto a la película, cuenta que en Chile se filmarán todos exteriores, incluyendo una escena con el Presidente de la República Sebastián Piñera. Aunque aún no se define si será filmada en Santiago o en Atacama. Lo que si destaca, es que "las condiciones son mucho más favorables y acogedoras que en Colombia".
Son las 16.30 y dejamos el sector de Chamonate para trasladarnos al campamento, a unos cinco minutos de las locaciones. El menú es fideos al pesto con chuleta de cerdo o zapallos italianos con salsa.
En una carpa instalada en pleno desierto, una chilena atiende el improvisado casino, quien en una bandeja roja deposita el contundente plato mientras le enseña a decir en español a Gregg "fideos o tallarines". Juliette no tiene problemas y pronuncia las palabras mientras prefiere el segundo menú.
Durante el rodaje no hay diferencias y se sientan todos juntos a comer. Maquilladores, productores, asistentes, fotógrafos. El brasileño Santoro ya está ubicado en la banquilla más lejana de la carpa y come sólo. Ocupa gran parte de la improvisada y pequeña mesa instalada entre el polvo. Mientras la gente comienza a buscar espacio, él se acomoda, corre sus gafas oscuras y permite la compañía. Con él se sienta Juliette Binoche.
En la segunda banquilla, Raba almuerza personificado. "Es un momento muy importante, porque Darío tiene un conflicto con su hermana, y en esa secuencia, todos los mineros empiezan a hablar con sus familias y Darío tiene que decidir si quiere hablar con su hermana. Hace cuatro años que no lo hacen. Es muy emocionante", relata con una fruta en la mano.
El minero Mario Sepúlveda anda de un lado de otro. Se integró al equipo de producción. "Mi pega es animar a la gente, a motivar a los chiquillos que están detrás de la película ", dice.
Todo esto recién comienza. El rodaje de Los 33 se extenderá hasta principios de marzo y gran parte de las escenas que vienen se harán en Tierra Amarilla, cerca de Copiapó. Sepúlveda tendrá aún más trabajo de motivación por delante.