La llegada a Juan Pinto Durán del grueso de futbolistas que militan en Europa, entre los que se encontraban, por ejemplo, Claudio Bravo, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas, hizo que Jorge Desio, el preparador físico de la Roja, decidiera bajar las cargas físicas. Dentro de la planificación del cuerpo técnico encabezado por Jorge Sampaoli, ahora los seleccionados comenzarán a trabajar más en lo futbolístico para intentar prevenir nuevas lesiones musculares, como le ocurrió a Pablo Hernández.

No obstante, existe una rutina de entrenamiento que los futbolistas no podrán evitar de acá al Mundial. Como vienen implementando desde hace muchos años, incluso antes de llegar a Universidad de Chile, tanto Sampaoli como Desio aplican un método que hasta ahora ha sido muy exitoso, al punto de que muchos seleccionados han reconocido que en la Roja entrenan, incluso, más que en Europa.

ALTO RENDIMIENTO

Desde muy temprano empieza el trabajo en Juan Pinto Durán. Por lo general, a las 9 de la mañana arranca la primera tanda de entrenamiento. Eso sí, todos deben subirse a la balanza antes de iniciar el acondicionamiento físico.

Son en total cerca de 10 minutos en los cuales los seleccionados realizan un suave trote, piques cortos, sentadillas, elongaciones y un par de ejercicios con obstáculos, a modo de trabajar todos los músculos del cuerpo, no sólo las piernas.

Inmediatamente concluida esa labor, deben realizar pequeños ejercicios de fuerza y equilibrio. Lo primero se realiza con pesas, que no superan los siete o, en algunos ejercicios, los 10 kilos. O en algunas rutinas, deben correr arrastrando una especie de carretilla. Para lo segundo, deben intentar mantenerse algunos segundos sobre una plataforma de goma, que sirve para además fortalecer los tobillos y los cuádriceps.

Luego, vienen los trabajos tácticos, donde toman parte los sparrings si es que son necesarios. Allí por lo general los futbolistas se dividen en grupos. Por un lado los que juegan en el costado defensivo. En otro sector, los volantes y atacantes. Una y otra vez se repiten los ejercicios para mecanizar los movimientos de diseño y desmarque. Eso sí, la indicación es clara: los pases deben ser a ras de piso y veloces. De otro modo, no sirve el ejercicio preparado.

Sampaoli y Desio no son muy amigos de las prácticas de fútbol muy intensas. Como contrapartida, prefieren ensayos de dos o tres tiempos, de no más de 10 minutos cada uno. Eso sí, la intensidad es máxima, toda vez que siempre hay un balón en la cancha.

Hasta los trabajos de balón detenido requieren de máxima concentración. Los ensayos desde distintas zonas alrededor del área tiene entre tres a cuatro repeticiones. Por lo general, no son menos de 23 centros los que debe lanzar un ejecutante en cada preparación.

El único respiro que tienen, además del almuerzo, es en la fase de la revisión de videos individuales. Dos o tres minutos en la sala con el técnico, que sirven para volver a la cancha y demostrar que la lección audiovisual sí surtió efecto. Todo para lograr el máximo aprendizaje de un método que quiere triunfar en el Mundial.