Hijo de argentinos emigrados a California, el joven tiene por socio a Josh Berman, el cofundador de MySpace, y lleva poco más de un año al frente de BeachMint: una compañía que superó el centenar de empleados y recaudó más de US$23 millones en rondas de financiación.

¿Qué hicieron para conseguirlo? Vender ropa, accesorios y productos de belleza diseñados especialmente por celebridades como Kate Bosworth –la Lois Lane de "Superman regresa"– o las mellizas Mary–Kate y Ashley Olsen, actrices y fashionistas.

En breve, lanzará también una línea a cargo de la cantante Jessica Simpson y otra de zapatos con el sello de Rachel Bilson, quien ganó fama con la serie "The OC" y ahora protagoniza el drama televisivo "Hart of Dixie". Más una lista larga –dice Berdakin– de figuras hollywoodenses ya contratadas para futuros productos "que aún no podemos revelar".

"Buscamos celebridades que no sean simplemente un nombre que se pone en una línea de productos, sino que realmente se involucren", señaló el empresario, en diálogo con BBC Mundo.

NUEVA ERA

Pero, ¿qué hace original la idea de este joven hispano como para conseguir inversiones que otros emprendedores añoran?

La clave, dice él, está en haber dado una vuelta al concepto de comercio electrónico, convirtiendo su tienda virtual en un club, con una cuota mensual a cambio de un producto elegido especialmente para cada usuario y cuestionarios para trazar un "perfil de estilo" de cada quien.

"Es lo que llamamos social commerce (comercio electrónico social). La generación anterior la dispararon sitios como Groupon o LivingSocial, de los que ahora hay centenares: ofertas de productos donde la comprar online otorga una ventaja. El paso siguiente fue crear productos propios, para poder controlar el valor de lo que vendes", señala Berdakin.

La experiencia se basó, por ejemplo, en los modelos de recomendación de películas y series que tiene Netflix. Sólo que aquí lo que tienta al navegante son productos de moda.

La tendencia viene acompañada de un incremento sostenido del comercio electrónico, del que Berdakin y muchos otros han sacado partido.

El sector crece a razón del 19% al año, según datos recolectados por el sitio Invesp, y alcanzará la marca de US$1,4 billones en 2015. De ellos, US$279.000 millones están pronosticados para Estados Unidos.

"Cuando entras a una tienda, nadie sabe quién eres. Pero en un website es distinto: las preferencias ayudan a dar forma a un sistema de recomendación cada vez más inteligente. Y está comprobado que, para el comprador, menos es más: no quiere una oferta infinita, quiere variedad acotada adecuada a sus preferencias", agrega el empresario.

Lo que hizo con la música Pandora, un popular servicio de radio por Internet que elige canciones a medida del usuario, quieren lograrlo en BeachMint con la moda.

HISTORIA DE EXITO... Y FRACASOS

¿Cómo lograr el sueño del proyecto propio? Berdakin, con "más fracasos de los que te puedo contar en una hora de charla" sobre las espaldas, tiene su receta.

Con su socio, consiguieron US$5 millones incluso antes de lanzar la compañía, de manos de una de las mayores firmas mundiales de inyección de capitales.

"Se basaron en nuestro historial, en todo lo que habíamos intentado antes. Todos los emprendedores que conozco obtienen su adrenalina de crear cosas nuevas y conseguir los medios para hacerlo, no importa lo que resulte después", confiesa el hombre de negocios.

Pero gran parte de ese espíritu lo heredó de su familia, según apunta: de sus padres, emigrados de Argentina durante el régimen militar de los 70, que pasaron "de no tener nada a ser exitosos y respetados".

"Yo tenía 12 o 13 cuando empecé a tomar clases en computación en Ucla (Universidad de California en Los Ángeles) y mis padres incentivaron ese hambre", relata Berdakin.

A los 14 tuvo su primera compañía de Internet y, desde entonces, no ha parado.

A la hora de tomar desafíos, también eligió uno geográfico: instalar su empresa en la zona de Santa Mónica, conocida por sus playas y su ambiente relajado.

Cuando llegaron, dice, eran apenas unos pocos y ahora estima que tienen un centenar de nuevas empresastecnológicas como de vecinos. Hasta nombre propio le han dado: Silicon Beach, parafraseando al Silicon Valley, polo de la industria digital en California. Berdakin es uno de los pioneros aquí: otro título en su hoja de vida, y todavía no cumplió 27.