A Universidad de Chile le perdieron el respeto. Suma dos derrotas en la Libertadores y cinco en el Clausura. Y no sólo eso, la mayoría en el Estadio Nacional. Cuatro derrotas en casa en Liga y una en la Copa.
Atrás quedaron los años en que el reducto ñuñoíno parecía ser un escenario imposible de vulnerar para los equipos visitantes. Luego de la caída ante Audax Italiano, la U sumó su quinta derrota al hilo en calidad de local, lo que ahondó aún más la crisis de Lasarte.
Antofagasta, Deportes Iquique, Unión Española, Emelec, por la Copa Libertadores, y Audax Italiano no tuvieron problemas para celebrar en la cara de los hinchas del último campeón del fútbol chileno. El negativo registro azul en calidad su estadio sólo es superado por el equipo de 1996, dirigido por Miguel Ángel Russo. La U anotó antonces seis derrotas de manera consecutiva.
"El Estadio Nacional siempre fue un escenario donde la U se hacía imbatible, pero ahora siento que no. Cualquier equipo va, lo espera y le juega de contra", dice Cristián Bogado, quien fue clave en la victoria de Iquique, por 3-2. Además, el Torito asegura que la misma presión de su público impide que los azules logren enmendar el rumbo. "La presión de la gente les juega en contra. Recuerdo que les pedían que fueran para adelante, para que cerraran el partido. Todo eso lo aprovechamos", añade.
Otro que celebró en el Julio Martínez Pradenas fue Diego Valdés. El volante, quien anotó en la victoria de Audax Italiano, dice que "se está dando un poco más fácil jugarle a la U en su cancha"
Por su parte, Dagoberto Currimilla, quien destacó en la oncena de Unión Española, que venció en el Nacional, analizó las complicaciones de la U para ganar en su casa. "Cuando se pierden un par de partidos de local se comienza a sentir la presión y eso te afecta. Es complicado no ganar en tu casa. Uno siempre quiere que la gente de tu equipo se vaya feliz".
El estadio capitalino, sin embargo, no es un factor a considerar en los magros resultados del equipo de Martín Lasarte. El bajo rendimiento de la defensa ha permitido que los equipos visitantes sólo sepan de alegrías ante la U, en los últimos duelos disputados en el Estadios Nacional. Las estadísticas son lapidarias con la zaga: 18 goles en apenas 9 encuentros disputados en el Torneo de Clausura. El equipo más batido, junto a Iquique y Antofagasta.
Marcos Bolados, quien anotó en la victoria de Antofagasta ante la U, recuerda las falencias de la zaga azul. "La U dejaba muchos espacios atrás. Jugaban mano a mano y era fácil pillarlos mal parados". Y agrega: "Los defensas no te seguían; me iba para un lado y ellos no se daban cuenta. Es más, en mi gol me quedé parado en la esquina esperando el pase y nunca se dieron cuenta que yo estaba ahí".
Cristián Bogado, sin embargo, asegura que los espacios que deja la defensa se deben a la necesidad de asumir el protagonismo que un equipo grande debe ejercer en calidad de local. "Nosotros sabíamos que la U de local juega al todo o nada. Van al ataque y dejan muy descubierta la defensa. Es normal, porque el hincha se lo pide así. Nosotros aprovechamos eso".
Finalmente, Diego Valdés revela que "los defensas de la U son todos de Selección. Hay que entender que el equipo juega a eso, pero no se puede desconocer que estuvieron débiles en la marca".
La U ha perdido el efecto de jugar de local. No tiene campo propio. Y esta vez no sólo en el sentido literal.