El estudio, publicado por la Universidad de Georgia, indica que cerca de 79% de los más de cuatro millones de barriles del pozo de BP que se derramaron en el Golfo de México sigue en el mar.
Este dato contrasta con las cifras oficiales, que calcularon que 75% del petróleo vertido ya se había evaporado, disuelto o recogido.
De acuerdo con el estudio publicado este martes, gran parte del combustible permanece bajo la superficie marina y continúa representando un peligro para el ecosistema.
"La idea de que 75% del petróleo desapareció y ya no es motivo de preocupación es absolutamente errónea", destacó el profesor Charles Hopkinson, uno de los autores de la investigación.
"El vertido está ahí y tardará años en degradarse. Todavía estamos lejos de entender qué impacto ambiental va a tener", agregó.
CONCLUSIONES DISTINTAS
Hopkinson indicó que una de las razones por las que ambos estudios llegan a conclusiones distintas es porque toman en cuenta diferentes criterios a la hora de considerar la cantidad de petróleo que sigue en el mar.
Los investigadores universitarios interpretaron que el crudo clasificado como "disperso", "disuelto" y "residual" todavía está en el ecosistema. En cambio, el gobierno sólo contabilizó el combustible clasificado como "residual".
Pero además, señaló Hopkinson a la BBC, los datos de la Universidad de Georgia fueron calculados a partir del petróleo que llegó a derramarse -en torno a 4,1 millones de barriles- mientras que las cifras del gobierno parten de una cantidad mayor -cerca de 4,9 millones- que incluye la parte del vertido que pasó directamente del pozo a depósitos seguros, sin llegar nunca al mar.
Por otro lado, también este martes, otro estudio de la Universidad del Sur de Florida señaló que se encontraron sedimentos contaminados con una densidad de petróleo tóxica para algunos organismos marinos en un cañón submarino en el nordeste del Golfo.
La fisura en la plataforma petrolera Deepwater Horizon vertió crudo al mar durante 87 días desde el pasado abril, cuando una explosión dañó el sistema de seguridad y mató a 11 personas.
El 15 de julio, la fuga, que es considerada la mayor de la historia, pudo ser contenida.