Los hombres con esa variación genética tenían un 26 por ciento más riesgo de padecer cáncer de próstata agresivo, informaron los investigadores en Proceedings of the National Academy of Sciences.

"Una sola variante con un efecto moderado como este probablemente no es suficiente por sí sola para predecir el riesgo", dijo Jianfeng Xu, de la Escuela de Medicina de la Wake Forest University en Carolina del Norte, quien dirigió el estudio.

"Pero su identificación es importante porque indica que ciertas variaciones predisponen a los hombres a una enfermedad agresiva existente en el genoma", añadió el autor.

El cáncer prostático es la segunda causa de muerte por tumores entre los varones estadounidenses, después del pulmonar, con más de 192.000 casos diagnosticados y 27.000 muertes en el 2009, según datos de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.

La mayoría de los casos son de muy lento crecimiento y nunca provocarán la muerte del paciente, ni siquiera síntomas, pero es muy difícil predecir qué tumores son proclives a diseminarse sin control.

Un informe publicado en Journal of the American Medical Association en septiembre del año pasado señaló que el 85 por ciento de los casos de cáncer de próstata nunca se diseminará.

En tanto, otra investigación publicada en agosto reveló que 1 millón de estadounidenses habían sido diagnosticados y tratados por tumores prostáticos que nunca los hubiesen dañado.

"Creemos que un panel de mutaciones podría ser una parte importante del desarrollo de una estrategia de control, para así reducir los diagnosticos excesivos, a la vez que permitiría identificar a los hombres en riesgo de padecer enfermedad agresiva en una etapa en que aún sea potencialmente curable", expresó Xu.

El equipo internacional de investigadores estudió a 4.849 hombres con cáncer de próstata agresivo que se había diseminado y a 12.205 varones con un tumor prostático de crecimiento lento. Los expertos analizaron 27.000 mutaciones genéticas diferentes y así llegaron a la que era un 26 por ciento más común en los pacientes con la forma agresiva de la enfermedad.