Un agente murió y otro resultó herido durante un ataque armado a una comtiva de escoltas que regresaba de un acto electoral del primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. La actividad se realizó en el norte del país, Kastamonu y la autoridad se desplazó en helicóptero a Amasya, otra localidad, en el marco de una gira.

Los policías y miembros del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) que habían culminado sus labores de protección y apoyo al primer ministro a Ankara por carretera cuando, hacia las 17.15 hora local (14.15 GMT) fueron detenidos por un grupo de desconocidos.

Los atacantes abrieron fuego y lanzaron granadas de mano al convoy.

Tras los primeros disparos, los agentes abrieron fuego contra el grupo atacante y el intercambio de disparos "duró largo tiempo". En el tiroteo murió uno de los policías y otro resultó herido, según informó la cadena NTV.

El grupo atacante huyó a través de los bosques de la zona por lo que se ha establecido un operativo de búsqueda y captura. Aún se desconoce qué grupo puede haber sido el autor del atentado ya que el lugar de los hechos se encuentra lejos del sudeste kurdo, donde actúa principalmente el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Sin embargo, en la zona norte de Turquía han actuado en el pasado organizaciones armadas ultraizquierdistas que cooperan con el PKK e incluso comandos autónomos de este grupo, que es considerado terrorista por Turquía, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.

A su llegada a Amasya, el primer ministro manifestó su "tristeza" por la muerte de uno de sus escoltas y criticó a "los terroristas" que "no entienden la democracia", mientras cientos de sus seguidores coreaban eslóganes contra el separatismo.

"Estas manos ruines, esta mentalidad oscura, aquellos que no son capaces de solucionar sus problemas en las urnas creen que conseguirán algo con estos métodos. Pero esta nación no premiará a los terroristas", afirmó Erdogan.