Inmuebles pequeños que no satisfacen las necesidades de los vecinos, ubicados en poblaciones con mal acceso al comercio y servicios. Estas son las características que posee el 32% de los condominios sociales en altura construidos en Santiago, Valparaíso y Concepción, según el más reciente estudio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

La investigación estableció un índice de vulnerabilidad al deterioro, que posee la categoría baja, media y alta. Este último rango implica que las propiedades están mal ubicadas o lejos de servicios y son de una superficie menor a 55 m2. Además, son condominios densificados (160 viviendas por hectárea), lo que resta espacio al equipamiento.

Se detectó que en Santiago, el 33% de los conjuntos tiene un alto índice de vulnerabilidad; un 29% en Valparaíso y 31% en Concepción. El estudio completo será expuesto hoy, en la Facultad de Arquitectura de la U. Diego Portales.

Francisco Irarrázaval, subsecretario de Vivienda y Urbanismo, explica que "este es un insumo a la hora de planificar las políticas públicas en el futuro. Como país, alcanzamos ciertos niveles de acceso a la vivienda, pero el desafío hoy es volver la mirada a esas unidades que se hicieron en los años 90 y 2000, con altísimo grado de vulnerabilidad".

De hecho, la investigación plantea que un 56% de los condominios edificados entre 1990 y 1999 presenta vulnerabilidad, mientras que de los emplazados entre 2000 y 2009, un 50% tiene esa situación.

Luis Eduardo Bresciani, urbanista de la U. Católica, explica que para solucionar el problema de la calidad, existen subsidios para la reparación de estos conjuntos, además del plan de recuperación de barrios, el que entrega recursos para proyectos urbanos y acompañamiento a los vecinos.

El estudio sostiene que las comunas con el peor indicador en cuanto a conjuntos de blocks son Quilicura, Cerrillos, Puente Alto, Lo Espejo y Renca.b