Antes de instalar bibliotecas en cuatro escuelas de la Tercera y Cuarta regiones, la Fundación La Fuente encuestó a los niños de segundo a cuarto básico para conocer sus hábitos lectores. La gran mayoría declaró que sus pasatiempos favoritos eran jugar y ver televisión.

En 2008, con la biblioteca ya instalada, y luego de realizar un programa de acercamiento a la lectura, se aplicó el mismo cuestionario. La opción "no me gusta leer" desapareció de las respuestas, leer alcanzó el segundo lugar entre los pasatiempos favoritos y la lectura dejó de asociarse con la obligación de hacer tareas: si en el primer test los niños dijeron en un 14% que leían porque se lo pedían en el colegio, la cifra cayó a 6% dos años después.

Hasta este año, ya son 14 las bibliotecas proporcionadas por la Fundación CAP y administradas por la Fundación La Fuente en escuelas vulnerables de la Tercera, Cuarta y Octava regiones. Más de dos mil libros en una sala llena de colores, con actividades como funciones de títeres y cuenta cuentos, para niños que en muchas casos ni siquiera tienen libros en sus casas.

El cambio ha sido notorio. "No sólo los niños piden más libros para llevarse a casa, sino que también los padres comienzan a leer" señala Ruth Navarrete, directora ejecutiva de la Fundación CAP. Esta iniciativa privada se suma al esfuerzo que está haciendo el Ministerio de Educación para llegar al 2010 con el 100% de escuelas con bibliotecas.

Actualmente, un 28% de las escuelas básicas no tiene una biblioteca. La mayoría de estos establecimientos son rurales y cuentan con menos de 200 alumnos.

En la enseñanza media el panorama es menos malo: el 93% de los liceos cuenta con un Centro de Recursos de Aprendizaje (CRA), nombre con el que se bautizó en el Mineduc a las bibliotecas. Esto porque "es más fácil implementar los CRA en la enseñanza media, ya que son todos liceos nuevos construidos con Jornada Escolar Completa y tienen dispuestos el espacio y el mobiliario", señala Constanza Mekis, coordinadora de bibliotecas del Mineduc. Se espera que de aquí al 2010 se destinen seis mil millones para entregar a las escuelas libros y materiales de aprendizaje, pero también para capacitar a los encargados.

MEJORA EL RENDIMIENTO
La necesidad de las bibliotecas no es antojadiza. No sólo sirven para fomentar la lectura o ayudar a hacer las tareas en el colegio. Diversos estudios han demostrado que mejoran sustancialmente el rendimiento de los estudiantes.

Por ejemplo, un informe de la Unesco asegura que los niños que estudian en escuelas donde existe uno de estos espacios obtienen 15 puntos más en Lenguaje y ocho en Matemáticas en pruebas estandarizadas. Otro estudio del Departamento de Educación de Colorado, Estados Unidos, dice que los estudiantes que hacen uso de la biblioteca aumentan entre un 10% y un 18% su rendimiento en las pruebas.

Claro que no se trata de cualquier habitación con libros.  En el caso de las 14 bibliotecas en las que trabaja el equipo de Aravena, no sólo se entregan más de dos mil ejemplares, sino que se acondiciona el espacio con cojines, sillones y alfombras para que los niños asistan a sesiones de cuenta cuentos, hagan visitas temáticas y se lleven libros para la casa.

LAS HISTORIAS PREFERIDAS
Según la encuesta aplicada por la Fundación La Fuente a niños entre segundo y cuarto básico, cuando ellos no contaban con biblioteca las historias de terror eran las favoritas, con un 70% de los votos. Le seguían, con 67% de las preferencias, los cuentos de aventuras y luego los de animales (56%).

Aunque los gustos se mantienen dos años después, hay matices. La opción de contar con más libros hizo que ingresaran al ranking las historias de amor y la poesía. Esto se nota de manera importante en el caso de los niños al revisar el crecimiento que tienen las preferencias por la poesía y los libros de arte, que aumentan casi en un 10%.