En 2011, usando datos de 2005, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifró en cerca de 3,3 millones la cantidad de personas que murieron en el mundo por causas atribuidas a la contaminación. Aunque se trataba de uno de los primeros intentos serios por dimensionar los efectos de la contaminación sobre la salud, el informe se hizo sobre la base de estimaciones.
Sin embargo, ayer la OMS dio a conocer un nuevo informe que da cuenta de manera más precisa la magnitud del fenómeno. Según el organismo, en 2012 siete millones de personas en el mundo murieron por causas asociadas a la contaminación del aire (intradomiciliaria y externa).
Es decir, una de cada ocho muertes ocurridas en el planeta fue causada por la exposición a elementos tóxicos para el organismo, el doble de las estimaciones de 2011. La cifra convierte a la contaminación atmosférica en el riesgo de salud ambiental más importante del mundo.
El informe vincula contaminación del aire con enfermedades cardiovasculares y cáncer, además de enfermedades respiratorias, una vinculación que la OMS había descrito en 2013, cuando oficializó que el esmog produce cáncer.
Estudios han demostrado que el aire contaminado contiene PM 2,5, material particulado fino formado por metales pesados y compuestos orgánicos provenientes de la combustión de motores y quema de material forestal, 100 veces más delgadas que un cabello. Por tamaño, estas partículas pueden llegar a las zonas profundas de los pulmones y otros órganos del cuerpo causando cambios a nivel de ADN que afecta la división celular y provocando la inflamación de tejidos, lo que puede ocasionar enfermedades coronarias o cáncer.
El informe señala que las mujeres y los niños son los más expuestos a la contaminación intradomiciliaria, ya que pasan más tiempo en las casas respirando humo y hollín del carbón de braseros y otros elementos usados por la población más pobre para calentarse y cocinar.
La nueva cifra, aclara la OMS en un comunicado, no sólo se debe a un mayor conocimiento sobre las enfermedades causadas por la contaminación del aire, sino también a una mejor evaluación de la exposición humana a contaminantes del aire (gracias a mejores mediciones y tecnología).
CHILENOS
En junio de 2012 se dio a conocer el Primer Informe del Estado del Medio Ambiente en Chile, un documento presentado en La Moneda y que por ley deberá presentarse cada cuatro años para analizar si las propuestas e intervenciones realizadas en el país están funcionando.
Según el informe, al menos 10 millones de chilenos están expuestos a una concentración promedio anual de PM 2,5 superior a 20 microgramos por metro cúbico. El cálculo que hizo la autoridad entonces fue que más de cuatro mil personas en Chile mueren en forma prematura por enfermedades cardiopulmonares asociadas a la exposición crónica a PM 2,5.
En total, 28 ciudades o comunas superan estos 20 microgramos, incluso menciona que Cerrillos, Cerro Navia, Rancagua, Curicó, Coronel y Coyhaique superan los 30 microgramos.
Los sectores más contaminantes responsables por esta contaminación son las centrales termoeléctricas, fundiciones de cobre, fuentes móviles y calefacción a leña.
"Respirar material particulado entre 2.5 y 10 provoca daño al pulmón, lo va envejeciendo en forma prematura, disminuyendo su capacidad de oxigenación y de ventilación. En pacientes cardiopatas o más susceptibles, causa déficit de oxigenación y problemas respiratorios que pueden provocar la muerte", dice Edgardo Grob, miembro de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias (SER).
Grob lamenta la gran cantidad de personas que hacen ejercicios en zonas contaminadas. "La actividad física genera una mayor frecuencia respiratoria, los pulmones se ven exigidos y si el aire no está en buenas condiciones, provoca daño. Al principio se siente como un pequeño carraspeo o un poco de tos, pero el daño es progresivo y se ve con el tiempo. Es acumulativo".
Según el análisis de la OMS, a nivel regional, los países de bajos y medianos ingresos en zonas de Asia sudoriental y el Pacífico occidental tienen la carga más grande de contaminación del aire, con 3,3 millones de muertes vinculadas a ella (ver infografía).
"Los riesgos debidos a la contaminación atmosférica son superiores a lo que previamente se pensaba o entendía, en especial para las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares", dijo María Neira, experta de la OMS.