Sus excusas no fueron bien recibidas por la opinión pública cuando el pasado 16 de noviembre, el cantante Bob Dylan avisó que no podría asistir a la ceremonia de entrega de los Premios Nobel, que se realizó este sábado en Estocolmo. Mucho menos, tras la primera polémica: cuando fue anunciado por la Academia Sueca como flamante ganador -marcando un hito al ser el primer cantautor premiado-, Dylan se demoró dos semanas en hablar y aceptar públicamente el galardón, para luego lanzar un escueto: "Agradezco mucho el honor". Comportamiento que fue criticado por la prensa norteamérica e incluso por uno de los miembros del comité Nobel que tildó el gesto de "arrogante y de mala educación".
Sin embargo, la ceremonia realizada en el Stockholm Concert Hall fue iluminada por la presencia de la emisaria de Dylan: la cantante Patti Smith acudió a la cita e interpretó una emocionada versión de A Hard Rain's A-Gonna Fall, durante la cual se le quebró la voz y debió parar debido a un error que la hizo perder el hilo. "Podemos retomar esta estrofa. Lo siento, estoy tan nerviosa", se disculpó la autora de Horses, quien prosiguió acompañada de la Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo, siendo animada por el aplauso de los más de 1.500 invitados.
A Hard Rain's A-Gonna Fall es una canción de casi siete minutos escrita por Dylan en 1963, y compuesta por una compleja letra e inquietantes visiones que aluden a la guerra y el desastre núclear.
Antes de la performance de la llamada "madrina del punk", el profesor Horace Engdahl de la Academia Sueca leyó un discurso donde justificó la decisión de premiar a Dylan. "Es un cantante que merece un lugar junto a los griegos, junto a Ovidio, junto a los visionarios románticos, junto a los reyes y las reinas del blues, junto a los maestros olvidados de brillante calidad", señaló, para luego agregar que Dylan pertenece al mundo de la literatura porque "la belleza de sus canciones es de la más alta categoría", transformándose en un artista que ha cambiado "nuestra idea de lo que puede ser la poesía". El cantante de 75 años, envió también un texto que sería leído anoche, al final de la cena de gala en el ayuntamiento de Estocolmo.
La ceremonia regida por un férreo protocolo partió a las 16.30 horas de Estocolmo, 12.30 hora local, con un discurso del presidente de la Fundación Nobel, Carl-Henrik Heldin quien alertó sobre "la terrible verdad de que ya no se puede dar por sentado que la gente crea en la ciencia, los hechos y el conocimiento".
En la ocasión se entregaron también los Nobel de Química, Física, Economía y Medicina, compuestos por una medalla y un diploma, a manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia. Además de un cheque por 824 mil euros. Horas antes, el Premio Nobel de La Paz, el único entregado en Oslo por deseo del fundador Alfred Nobel, fue otorgado al presidente colombiano Juan Manuel Santos por su papel en el acuerdo de cese al fuego con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).