Para Colo Colo es la gran oportunidad. Una suerte de salvavidas para un semestre irregular en la liga local y de aceptable cometido en la Copa Chile. Así llega a la final de ésta, donde se enfrentará al Everton de Vitamina Sánchez. Para el conjunto de Pablo Guede, que terminó en el quinto puesto del Torneo de Apertura, es la posibilidad de salvar esta mitad de año.
Porque jugar bien, o al menos considerarlo internamente así, no es suficiente para uno de los equipos más grandes del país. La justificación del poco tiempo de trabajo con que inició su ciclo en Pedreros tampoco sirve. Así, entonces, una corona tranquilizaría a todos. Y sería una buena forma de sumar energías para enfrentar un nuevo año.
El Cacique, eso sí, no podrá contar con una de sus figuras: Jaime Valdés fue expulsado en la revancha ante la Católica en una de las semifinales y aunque apeló, fue sancionado con dos partidos. Guede se quejó mucho por esa situación. También Pajarito. Ambos, erróneamente, creen que los miden con otra vara. Y por eso el técnico lo mandó a liderar a la patrulla juvenil a Concepción, a sabiendas de que no podría ser parte del choque de hoy. El fin de semana pasado, ante Palestino, el ex DT de San Lorenzo se guardó a todos sus titulares pensando en este partido. Esta noche, en el estadio Nacional, se verá si es que la apuesta dio resultado.
Hoy vuelven a ser parte del equipo titular los pesos pesados del elenco de Macul. Desde el Almirante Julio Barroso, pasando por el cumplidor Luis Pedro Figueroa hasta el goleador Esteban Paredes. De ganar, además, los blancos le darían la clasificación a la U a la Copa Sudamericana del próximo año. Y eso, más que complicarles, es un aliciente para restregarle a su archirrival que si no es por ellos no juegan fuera de Chile en todo 2017.
A los albos el camino los enfrentó con Ñublense, Huachipato, Cobreloa y la UC, con un saldo de seis victorias, un empate y una derrota. Números positivos para una copa en la que sólo pasó susto ante los acereros, cuando tuvo que revertir el marcador tras haber sido derrotado 2-1 en la ida. Hoy tienen su duelo final, en el que contarán con la mayoría de los fanáticos en las tribunas, quienes en dos horas agotaron todos los puestos que estaban a su disposición.
Hasta antes de la llegada del argentino Pablo Vitamina Sánchez, Everton miraba con preocupación su semestre. Los inversores mexicanos no estaban dispuestos a pasar malos ratos y se decidieron por el transandino. Y desde ahí los oro y cielo comenzaron un franco ascenso en nivel de juego que los sacó del último puesto del torneo y que, mejor aún, los metió en la definición de Copa Chile. Los viñamarinos culminaron en el puesto 14 del Apertura, pero hoy, en caso de ser campeones, se meterán en la Copa Libertadores. Lo mínimo que tienen hoy es un boleto a la Sudamericana. Y eso ya es valorado de muy buena forma en la Quinta Región.
Hasta ahora Everton no ha perdido en la copa. Esos números quiere reflejarlos hoy. No pudo San Felipe, Palestino, Unión Española ni Audax Italiano. El Cacique es la última valla para una institución que no está acostumbrada a pelear campeonatos, pero que hoy quiere aprovechar su minuto de fama. Y borrar la estadística del último enfrentamiento entre ambos por Copa Chile, en el que Colo Colo barrió por 7-1 a Everton.
Las cartas están jugadas. Las presentaciones están hechas. Que parta la fiesta.