En los momentos más duros, SuperChuleta siempre estaba ahí para rescatarla; una heroína de cabellos largos, capa y antifaz que de una sola patada acababa con las sucias intenciones de su padrastro. La verdad era más compleja: SuperChuleta no era más que un alter ego imaginado por Natalia Silva para darse fuerzas y superar esos violentos episodios que se repetían cada vez más seguido. Pasaron cuatro años desde la primera vez en que la pareja de su madre se acercó de noche a su cama para tocarla sin su permiso, hasta el día en que fue capaz de contárselo a una sicóloga. Allí comenzó otra etapa igual de dolorosa: enfrentar la verdad con sus padres.

Esa es la historia, a grandes rasgos, de No abuses de este libro, primera novela gráfica de la ilustradora Natichuleta, seudónimo de Natalia Silva (23), que es publicada por Ediciones B y que será presentada este viernes, a las 17.30 horas, en la Feria Infantil y Juvenil de Providencia (Parque Bustamante).

Se trata de la historia personal de la autora sobre el abuso sexual que sufrió de niña, claro que no al pie de la letra. "No es totalmente autobiográfico, tuve que despegarme de mi vida y transformarme en un personaje, porque igual era difícil para mí contarlo todo tal como fue", dice Natichuleta.

Estudiante de cuarto año  de Diseño Gráfico en la U. Diego Portales, Silva empezó a los 16 años a ilustrar sus recuerdos a modo de diario de vida, para luego tomar la idea de convertirlos en una novela gráfica con el fin de publicar. "Fue un proceso gigante de reescribir y redibujar, porque en todos estos años mi dibujo también evolucionó. Me interesa mucho no ser reconocida como 'la ilustradora abusada', me carga que me traten con pinzas y no quiero se catalogada de víctima, al contrario. Con mi historia quiero aportar un granito de arena para que a otros niños no les suceda lo mismo", dice la autora.

Admiradora del trabajo de dibujantes locales como Francisco Javier Olea y Alberto Montt - quien la acompañará presentando su libro el viernes-, Silva es parte de una nueva camada de jóvenes ilustradores como Frannerd o Sol Díaz, quienes trabajan en cómic temáticas de género y biográficas; una corriente que también es popular en el extranjero gracias a la obra de artistas como  la iraní Marjane Satrapi, autora de Persépolis,  o a la estadounidense Alison Bechel, creadora de Fun Home.

A Silva le interesa en particular el trabajo de la rusa Vera Brosgol y la estadounidense Lucy Knisley; sin embargo, en el futuro quiere ir más allá de la autobiografía. "Me divido en dos líneas, una es más social, me gustaría hablar del tema transgénero, por ejemplo, pero por otro lado me encantan los superhéroes y la fantasía, y me encantaría hacer algo totalmente de ficción", dice la dibujante, quien reconoce que con la publicación de esta primera novela gráfica se cumple un ciclo en su vida. "Este cómic me ayudó a sanar, es como mi forma de hacer justicia, pero ahora quiero seguir con otras historias", afirma.