La Juventus no estaba para milagros

Un cartel gigante adorna el exterior del estadio del Barcelona con el siguiente mensaje, en inglés: Bienvenidos al Camp Nou. La historia pasa aquí. Esa frase es acompañada con una foto de Lionel Messi, la gran estrella azulgrana. El desafío para el equipo de Luis Enrique era precisamente ése, otra vez escribir una página gloriosa de su historia, guiados por su mejor jugador.

Luego del 6-1 sobre el PSG, los culé necesitaban de otra remontada para seguir en carrera por la Orejona. Pero el milagro no sucedió. Juventus, haciendo un partido defensivamente brillante, anuló a los catalanes y robó un empate 0-0 para firmar su pase a las semifinales de la Champions League.

El martes, en la conferencia de prensa previa, Luis Enrique dijo que en el Camp Nou iban a "atacar, atacar y atacar". Eso fue relativo. Se dio a ratos. La disposición inicial fue con su esquema clásico: 4-3-3. En ese dibujo, el sacrificado fue Javier Mascherano, uno de los más criticados por su desempeño en la ida.

El Barcelona intentó, pero no pudo abrir a una defensa con mucho oficio, y también por su escasa fineza. En el primer tiempo, la Juve jugó con su ventaja de tres goles, aunque sin especular. Defendiendo bien y apostando por la salida rápida, principalmente con las escapadas de Juan Guillermo Cuadrado por la derecha. La chance de gol más clara en la primera parte fue de los turineses, con un tiro de Higuaín que atajó Ter Stegen (38'). El descanso llegó. Sin goles y con el reloj apremiando para el local.

En el complemento, el sacrificio defensivo de la Juve se notó con más claridad, con la encomiable entrega de Cuadrado (uno de los mejores) y el overol que se puso Mario Mandzukic, delantero que durante el cotejo se vio incluso como lateral, ayudando a Alex Sandro en la marca.

Las opciones se multiplicaban, la cancha se cargaba hacia la portería de Gigi Buffon (ya estaba en cancha Paco Alcácer, pero sin generar algún cambio), pero Juventus aguantaba con la eficiencia que caracteriza al líder del Calcio. Las caras de los fanáticos barcelonistas eran la evidencia de que el objetivo había fracasado. Un 0-0 festejado como una victoria para los italianos, que estarán presentes en el sorteo de este viernes, para definir a las parejas de semifinales.

"Hoy no ha podido ser. Me quedo con la actitud de los jugadores y de la afición. Creo que lo más justo es que hubiéramos ganado el partido", dijo Luis Enrique tras el agrio empate. Además, el ex jugador, que no seguirá a cargo del club en la próxima temporada, recurrió al partido de ida para explicar la eliminación: "En Turín hicimos un partido pobre y por eso estamos fuera de la Champions". De las últimas cuatro ediciones de la Liga de Campeones, el Barça quedó eliminado tres veces en cuartos de final. Además de la actual ante la Vecchia Signora, en la Champions 2013-2014 y en la 2015-2016 fue vencido en esta fase por el Atlético de Madrid. La vez que rompió esta tendencia ganó la copa, en Berlín (2014-2015).

El nuevo milagro del Barcelona ni siquiera tuvo un atisbo de realidad. Una Juventus notable, que apenas ha recibido dos goles en el presente torneo, lo evitó. Los turineses, junto al Mónaco, el Real Madrid y el Atlético estarán presentes el viernes en el sorteo, que se realizará en la sede de la UEFA, en Nyon (Suiza), a las 7.00 horas de Chile. Un paso más hacia Cardiff.