"Un acto de amor cinematográfico", así definió el director chileno Sebastián Lelio la obra que compite en la categoría de mejor película extranjera y que tiene en la actuación de la transexual Daniela Vega uno de sus puntos más altos.

El guión -coescrito por Lelio y Gonzalo Maza, merecedor del Oso de Plata en el Festival de Berlín- plasma la lucha de Marina (Vega), una joven transexual de origen humilde, por despedir a su pareja, Orlando (Francisco Reyes), un divorciado 20 años mayor y padre de familia que fallece de improviso.

El relato cuenta cómo Marina enfrenta la furia de la familia que se avergüenza de que le haya entregado su amor a una transexual, despertando los prejuicios que invaden a diario a la comunidad transexual en Chile y en el mundo.

"Es una película atrevida, con un excelente guión y maravillosas actuaciones filmada por Leilo y producida por los Larraín (Pablo y Juan de Dios, considerados los mesías del cine local) de forma delicada", comentó a AFP Jorge López Sotomayor, presidente de la Asociación de Directores y Guionistas de Chile (ADG). "Es una película madura", añadió.

Una moda que pretende perdurar

Para Sotomayor el cine chileno está de moda y la película de Lelio es una fiel representante del éxito obtenido en los últimos años por la industria cinematográfica local. El desafío es mantener la calidad y avanzar en la taquilla local, sin descuidar la vidriera internacional, añade el director.

Caído el telón de la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que dejó más de 3.200 muertos y desaparecidos, el cine sintió la necesidad de contar historias de ese horror. Pero en los últimos años el abanico se abrió.

"En los últimos años ha habido un aumento de diversidad temática fenomenal que da para tocar temas incómodos desde muchos ámbitos, desde muchas perspectivas distintas y eso es reconocido y celebrado a nivel internacional", destacó Sotomayor.

El camino iniciado por Pablo Larraín con "No" y "El Club" y seguido por el propio Leilo con "Gloria", filmes multipremiados en festivales alrededor del mundo, le dio a Chile una presencia inédita en la escena internacional.

"Una mujer fantástica" es la cuarta película chilena nominada a los premios que entrega la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, detrás de "Neruda" y "El Club" de Larraín y "La Nana", dirigida por Sebastián Silva, que peleó por un Globo de Oro en 2010.

Un triunfo de la obra de Lelio el domingo le daría a una película chilena su primer Globo de Oro. Para lograrlo "Una mujer fantástica" competirá con la favorita "The Square", del sueco Robert Östlund, la alemana "En la penumbra", la rusa "Sin amor" y la camboyana "First They Killed My Father", dirigida por Angelina Jolie.

Un canto a la diversidad

El drama que busca desterrar etiquetas y llevar a la reflexión de por qué se complica algo tan sencillo como el amor entre dos personas, sirvió de tribuna para su protagonista.

Ovacionada en festivales, Vega apareció recientemente en la portada de la W Magazine junto a Robert Pattinson, una de las jóvenes figuras de Hollywood, confirmando que su personaje traspasó la pantalla y conquistó a la industria.

En una entrevista con la AFP, Vega reconoció que su historia personal no se asemeja a la de Marina. Pero es consciente del costo social que representa ser trans en Chile.

"No tengo pretensiones de ser referente de ninguna persona ni de nada", afirmó Vega, quien se declaró confiada en que la película pueda ser una ayuda para el que necesite conocer sobre la realidad de los trans y empatizar con la temática.

Para Juan Enrique Pi, presidente de la fundación Iguales, el éxito de la película "es una buena noticia"

"Su éxito sirve para visibilizar la realidad de miles de personas que viven en Chile y pertenecen a grupos discriminados", afirmó en momentos en que el Congreso chileno discute un proyecto de ley que regulariza la situación jurídica de las personas transexual.