"Nos estamos quemando porque alguien le prendió fuego a un colchón y estamos rompiendo las láminas del techo para salvarnos, pero otros están fracasando", dijo uno de los reos de la Granja penal de Comayagua, en una llamada a la gobernadora del departamento hondureño, Paola Contreras, la noche del incendio que acabó con la vida de 354 presos del recinto y una mujer, según informó hoy la la Directora de Fiscales del Ministerio Público, Danelia Ferrera.

Según informaciones de la agencia EFE, la mujer que murió en el incendio, cuya identidad no ha sido dada, estaba registrada como que había ingresado en la cárcel, pero "no existian reportes de su salida", indicó Ferrera a los periodistas reunidos en Tegucigalpa, capital del país, sin dar mayores detalles al respecto. Ferrera agregó que dentro del penal, había 852 personas, incluida la mujer, y que de los reos, 477 están en la prisión, mientras que 20 fueron hospitalizados, con lo que los muertos suman 355 en total. La Directora de Fiscales del Ministerio Público aclaró que no se produjeron fugas, como en principio se había informado.

Tras producirse el incendio, el vocero de la Secretaría de Seguridad, Héctor Iván Mejía, que citó fuentes administrativas de la cárcel, había informado que el total de reos en la Granja Penal sumaban 852, sin mencionar a la mujer.  Actualmente, los restos de las 355 víctimas del incendio ahora están en Tegucigalpa en proceso de identificación por parte de equipos de medicina forense.

Hasta ahora las causas del siniestro no están claras, aunque la investigación se centra en tres teorías: un cortocircuito, un atentado de uno de los reclusos al prender fueron a un colchón, y un posible enfrentamiento entre los reos.Por su parte, el papa Benedicto XVI lamentó hoy la tragedia y expresó su pésame a los familiares de las víctimas.

Paralelamente, la ministra de Derechos Humanos y Justicia de Honduras, Ana Pineda, consideró "irreversible" que haya una demanda legal contra el Estado de parte de los familiares de las ví­ctimas del incendio en la cárcel de Comayagua y recomendó promover "una solución amistosa" en la cual "el Estado reconozca públicamente el incumplimiento de sus deberes como signatario de la Convención Interamericana de Derechos Humanos".

De acuerdo a The Associated Press, el 57% de personas detenidas en la cárcel no habí­an sido enjuiciadas ni condenadas. "Muchos fueron encarcelados por el simple hecho de tener tatuajes y ser por eso sospechosos de integrar una pandilla", según indicó un informe que la comisión Nacional de Derechos Humanos entregó a inicios de mes a un organismo de Naciones Unidas al que la agencia AP tuvo acceso.