Todo comenzó con una canción de aliento, con un tributo. Era martes 12 de septiembre en Old Trafford y el Manchester United recibía al Basilea en la jornada inaugural de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Los Red Devils vencían con cierta comodidad al conjunto suizo cuando la hinchada local comenzó a interpretar un curioso homenaje musical dirigido a uno de sus nuevos ídolos, Romelu Lukaku, el delantero belga por el que el club había llegado a desembolsar US$ 101 millones a comienzos de julio.
Pero la canción en cuestión, construida sobre una melodía de los Stones Roses, una célebre banda de rock alternativo de Manchester constituida a fines de los 80, terminaría generando un profundo revuelo. Y todo porque su remozada letra, con la que la hinchada del United trataba de adular a su nueva estrella, no aludía precisamente (o, al menos, no de manera exclusiva) al tamaño futbolístico del jugador, autor, por cierto, en el arranque de la Premier, de cinco goles en otras tantas fechas. "Romelu Lukaku, he´s our belgian scoring genius, with a 24 inch penis, scoring all our goals, bellend by his toes", rezaba la estrofa principal de dicho cántico, inspirado en el hit "Made Of Stone", pero que traducido al español vendría a significar más o menos lo siguiente: "Romelu Lukaku, es nuestro genio belga goleador, con un pene de 24 pulgadas marca todos los goles con el glande a sus pies".
El particular nuevo himno de la fanaticada del Manchester United logró pasar desapercibido durante algún tiempo, pero tras repetirse durante el transcurso del duelo ante el Everton, válido por la quinta fecha de la Premier, Kick It Out, una organización inglesa creada hace algunos años para combatir el racismo y la discriminación en el fútbol, decidió tomar cartas en el asunto elevando una queja formal al club. "La letra es ofensiva y discriminatoria. Los estereotipos no pueden ser aceptados en el fútbol o en la sociedad y no muestran apoyo al futbolista", argüía la organización en su demanda.
El conjunto de Manchester solicitó entonces a sus hinchas que dejasen de hacer mención a las 24 pulgadas de Lukaku en sus canciones para evitar una futura sanción institucional, pero el miércoles, en el estreno del equipo de Mourinho en la Copa de la Liga ante el modesto Burton Albion, los fanáticos insistieron en su afán por versionar a los Stones Roses. Y por tasar en nada menos que 61 centímetros la longitud del miembro viril de su delantero franquicia, quien el jueves, finalmente, debió alzar la voz en las redes sociales. "Gran respaldo desde que llegué. Sus canciones han significado mucho, pero vamos a seguir avanzando juntos", publicó el belga en su cuenta de Twitter, acompañando su intervención del Hashtag #RespectEachOther ("respetémonos los unos a los otros").
El episodio vivido por Lukaku no es del todo nuevo en Inglaterra. Apenas una semana antes y tras el triunfo del Chelsea de visita en el King Power Stadium ante el Leicester (1-2), el delantero Morata ya se había visto obligado a desmarcarse en las redes sociales del cántico con el que sus nuevos hinchas habían tratado presuntamente de alentarlo durante el partido. "Álvaro Morata, he came from Real Madrid, he hates the fucking yids" ("Álvaro Morata, viene del Real Madrid y odia a los putos judíos"), rezaba la letra de la citada canción. El término "yids", empleado despectivamente para referirse a los judíos, hacía mención, sin embargo, a uno de los clásicos rivales londinenses del Chelsea, el Tottenham, vinculado históricamente a la comunidad judía en la capital inglesa.
Dos canciones personalizadas dirigidas a dos ídolos que podrían traer graves consecuencias a sus clubes.