La pregunta más recurrente en la Fórmula Uno ha sido cómo mejorar el espectáculo. Los fanáticos se han quejado agriamente en los últimos años por el pobre rendimiento de los monoplazas, la lentitud de los autos y la ausencia del ruido de los motores.
De alguna forma, La F1 recogió ese guante y ya comenzó a vislumbrar la forma de cambiar esto. Al menos, las intenciones ya comienzan a surgir.
La semana pasada, mientras se preparaban los lujos de Mónaco para recibir al Circo en el principado, el Grupo de Estrategia de F1 se reunió para ver hacia dónde iba el deporte y qué novedades habría para los próximos años.
El tenor de esa cita, donde estuvieron representantes de la FIA, de FOM, de los seis equipos más importantes del parque (Mercedes, Ferrari, McLaren, Williams, Red Bull y Force India), de los constructores de motores y de Pirelli, es un secreto, pero en un comunicado se revelaron los acuerdos.
El primero y el más cercano es que en 2016 se dejará libre la elección de dos de los cuatro neumáticos de seco para las carreras, lo que abre la posibilidad de que los equipos jueguen con las estrategias.
Pero el año clave será 2017.
Sin entrar en mayores detalles, se espera que para esa campaña los autos sean más rápidos, con cambios en la aerodinámica, una baja del peso y un aumento del ancho de las gomas, que harían bajar los tiempos unos seis segundos por giro. Además, volvería después de cinco años el reabastecimiento de combustible, los motores tendrán más ruido y los monoplaza tendrán una apariencia más agresiva.
Las reacciones fueron mixtas. Bob Fernley de Force India criticó que no se tocaran temas como el reparto de los montos. "No creo que haya sido una buena reunión en absoluto. Tras 18 meses, no estamos de acuerdo en ninguna forma para controlar los costes. No hay forma de buscar una distribución equitativa de los ingresos. Las unidades de potencia van a seguir siendo así. Mientras discutíamos sobre 2017, las cosas básicas de la F1 no se trataron", apuntó.
La respuesta fue inmediata. "Tomemos las decisiones que tomemos, siempre hay quejas. Les preguntaron a los pilotos y a todos les encantaban. Así que creo que deberíamos dejar de hablar mal del deporte", dijo Toto Wolff de Mercedes.
Uno de los pilotos, Fernando Alonso, destacó las medidas, pero dejó en claro que "tendremos un tipo de normas de hace siete u ocho años, lo cual significa que los últimos cuatro o cinco años fueron en la dirección equivocada".
Y mientras, Christian Horner de Red Bull, que sigue en guerra con Renault por los motores, fue más allá de la reunión: "Si dejamos a los equipos la tarea de acordar la nueva normativa, nunca vamos a tener a todo el mundo contento. El deporte está gobernado por la FIA y es promocionado por la FOM. Son esos los tipos que deben reunirse y decir: '¿Cómo queremos que sea la Fórmula 1?'", expresó.
Las ideas deberán ser aprobadas por el Consejo Motor de la FIA en julio. Si sale todo bien, será un retroceso, pero que todos los fans añoran revivir.