En 1888, cuando la reina Victoria gobernaba India, la compañía que se convertiría luego en Unilever decidió que el país era el futuro. Más de un siglo después, apuesta US$5.400 millones a que aún lo es.
La empresa anglo-holandesa fabricante del champú Dove y el té Lipton, sucesora de una de las primeras multinacionales en India, planea gastar 292.000 millones de rupias (US$5.400 millones) para aumentar su control sobre la división india Hindustan Unilever Ltd.
El ingreso temprano dio a Unilever, que tiene sede en Londres y Rotterdam, ventaja sobre rivales como Procter Gamble Co. en el segundo país más populoso del mundo. La última inversión contribuiría a que la firma obtuviera mayor influencia sobre una actividad que impulsó las ganancias un 37 por ciento el año pasado con la venta de marcas dirigidas a los indios, tales como la crema Fair Lovely, que aclara el color de la piel, y sachets de champú a unas 3 rupias (6 centavos de dólar) cada uno.
Lo que está en juego es un mercado de US$42.000 millones de productos de belleza y cuidado del hogar, así como de alimentos envasados en los cuales competidores desde P&G hasta Colgate-Palmolive Co. redoblan esfuerzos para ganar compradores.
Hasta ahora, Hindustan Unilever se ha mantenido como mayor productor de bienes de consumo de India al apuntar a los gustos locales y crear un sistema de distribución de 6,3 millones de puntos de ventas, más del doble de los 2,5 millones de P&G.
La última inversión de Unilever en India se produce en momentos en que el crecimiento económico se debilita y la burocracia gubernamental hace más lenta la expansión de compañías internacionales desde Wal-Mart Stores Inc. hasta Ikea. La economía de India se expandió 5% en el año hasta marzo, estima la agencia nacional de estadísticas, en comparación con un promedio de alrededor de 8% anual de la última década.
Paralizado
"Una economía india que crece a 5% o 6% no es suficiente", dijo el máximo responsable ejecutivo de Unilever, Paul Polman, en una entrevista de diciembre en Nueva York. "El problema de India es la propia India. El gobierno se encuentra paralizado en lo relativo a concretar las reformas necesarias".
A los efectos de aumentar su participación en Hindustan Unilever del 52,5% que posee al 75% al que aspira, la empresa matriz anglo-holandesa ofrece 600 rupias por acción, 21% más que el precio de cierre de la división india del 29 de abril, el día anterior a hacerse la oferta.
"Ojalá Unilever lo hubiera hecho antes, ya que el precio de la acción ha tenido un buen desempeño pero estimamos que tiene mucho sentido, tanto en el plano estratégico como en el financiero", dijo Graham Jones, un analista de Panmure Gordon en Londres, en una nota del 30 de abril.
De completarse, la transacción será la mayor de Unilever desde su compra en 2000 de Best Foods Ltd.