La Unión Española de Martín Palermo no es de dar espectáculo, ni encantar a los fanáticos hispanos con una verticalidad propia de un cuadro de Bielsa o el toque eterno de uno de Guardiola. Pero obtiene resultados con un estilo definido, propio. Y eso es lo que importa en torneos tan cortos como el chileno.
El cuadro rojo estaba obligado a ganar para mantenerse en solitario como el puntero del Transición, debido a la victoria de Everton en Temuco, horas antes. Además, arribó a la Octava Región con su arco en cero, el único equipo de la competencia en esa condición. Sacó la tarea. Le ganó a Huachipato por 0-1 y mira al resto desde arriba de la tabla de posiciones.
El único gol del encuentro llegó de una variante que favorece a la manera de jugar de esta Unión Española. Mediante una salida rápida, tras una recuperación de Santiago Gallucci, Pablo Aránguiz envía un centro medido para la cabeza de Israel Poblete, quien aparece por la espalda de Merlo para el 0-1 (11'). Primera llegada de la visita y gol. Ésta es una de las virtudes del equipo de Palermo: explotar la rapidez que le entregan sus jugadores en el contragolpe y por las orillas.
Con un mediocampo de buen pie y que no escatima esfuerzo en defender si se requiere, Unión trata de ser un equipo corto. Y le funciona.
Huachipato puso mayor intensidad en el complemento, y por momentos metió en su arco a la visita, pero careció de efectividad. Busco por las bandas, empezó a meter centros, pero la zaga hispana sacó todo, liderada por el central Ramiro González, uno de los mejores en la noche sureña. La mayor posesión de balón acerera en la segunda parte no bastó para hacerle daño al puntero.
Los de Independencia ganaron y también igualaron una racha que no se lograba en el torneo nacional desde hace nueve años: que un club consiga mantener su valla invicta en las primeras cinco fechas del certamen (Ñublense, en el Apertura 2008). Pura felicidad roja. Nada más.