El partido más importante, hasta ahora, en los 93 años de historia del Celta de Vigo. Nada menos. Hoy, el elenco de Eduardo Berizzo inició la serie de semifinales de Europa League ante el Manchester United. Pero el resultado no fue el óptimo. En Balaídos, los Diablos Rojos se impusieron por 0-1, sacando una pequeña ventaja buscando la final de Estocolmo.

Revisando el palmarés de cada uno de los oponentes, la diferencia es radical, no obstante aquello da lo mismo a la hora de enfrentar el juego. Eso se sintió incluso en la ciudad, en la cual vivieron el encuentro como si fuera un acontecimiento único, quizás irrepetible.

Los gallegos, que tuvieron a Pablo Hernández en cancha los 90 minutos y a Marcelo Díaz viendo el juego desde la banca, recibieron al United, que llegó a Vigo con varias bajas (la más connotada es la de Zlatan Ibrahimovic) pero con el objetivo claro de obtener el único título grande de Europa que le falta, que de alcanzarlo le daría pasajes a la próxima Champions League.

El cotejo empezó parejo, con un Celta que se atrevió a tener la iniciativa, aunque paulatinamente fue el Manchester United el que se generó las ocasiones más claras para anotar. Para fortuna de Berizzo, su golero Sergio Álvarez fue la figura de la primera parte, ahogando las chances de Rashford y de Lingard. Eso sí, el 1 vigués no pudo hacer nada con el precioso tiro libre del joven Marcus Rashford en el minuto 67, con el que la visita abrió la cuenta. Los de Mourinho movieron el marcador cuando el partido transitaba en una fase gris. Lo inquietante para el Celta es que en el segundo tiempo no se generó ocasiones de gol. Sergio Romero no se exigió en demasía.

La vuelta será el próximo jueves 11, en Old Trafford. En el Teatro de los Sueños, el Celta del Toto Berizzo tendrá la difícil misión de que su sueño europeo no se termine.