Universidad Católica no lo pasó bien en El Salvador, ante el cuadro de Cobresal. Aún así, pese a pasar más de un susto en los segundos 45 minutos cuando el empate parecía caer en cualquier momento, el cuadro de la franja terminó festejando con Matías Mier como la figura clave del encuetro. Con este resultado, y por diferencia de goles, la UC quedó en el segundo lugar.
No comenzó bien para Cristopher Toselli la celebración de sus 60 partidos consecutivos jugando en Primera División. Apenas corrían 4 minutos del cotejo, cuando tras un centro conectado en el área por Jean Paul Pineda, el portero cruzado quiso contener, pero el balón se le escapó de las manos y le quedó servida a Ever Cantero que abrió la cuenta en el estadio El Cobre.
La UC venía esperanzada de conseguir un triunfo en las alturas, pues con la caída de O'Higgins, tenían la oportunidad de volver a la pelea por la punta de la tabla. Así, no tardaron en reaccionar y 6 minutos más tarde, Matías Mier ganó espaldas y remató fuerte y cruzado para vencer a Sebastian Cuerdo y poner el empate en el marcador.
Cobresal siguió intentando incomodar a la zaga de la franja, con Cantero como principal arma en ofensiva. Sin embargo, Católica tenía clara la tarea, y a los 35 minutos Mier volvió a aparecer y repitió la fórmula para marcar el 2-1. Prácticamente desde la misma posición, apareció sin marca, remató cruzado (esta vez por alto) y festejó su segunda conquita personal.
El segundo tiempo iniciaba en los mismos términos que la primera parte: Duelo parejo, con Cobresal impidiendo que Católica organizara su juego, y haciendo pasar varios sustos a Toselli. La tendencia se fue enfatizando con el correr de los minutos, hasta encontrar a la visita muy recluída en su propio campo, y con los mineros mucho más cerca del empate.
A los 59 minutos volvió a aparecer Matías Mier en auxilio de la visita. Tras un tiro libre Cantero conectó vía aérea y parecía que la igualdad ya era un hecho cuando el uruguayo despejó el balón desde la línea.
A pesar de mantenerse la ventaja, esta jugada fue fiel reflejo de lo mal que lo pasó Universidad Católica en los segundos 45 minutos, con un cuadro que lo presionó más de lo esperado y que estuvo en incontables ocasiones a punto de firmar la igualdad.