La UC comienza a consolidar poco a poco todo lo que sugirió con la contratación de Mario Salas. Con tropiezos y todo, el equipo de Las Condes recibe premios por su vocación de ataque y hoy los obtuvo con largueza: venció 5-0 a Barnechea, en un colmado San Carlos de Apoquindo, y alcanzó el segundo lugar del Clausura, gracias a su victoria y a la caída de Cobresal en Antofagasta.

De esta manera, la lucha por el campeonato parece volver a sus cauces naturales, con dos grandes, Colo Colo y los cruzados, peleando por la corona en las últimas fechas del torneo.

En todos sus partidos, Barnechea sugiere mucho y concreta nada, incluso cuando enfrenta a equipos como Universidad Católica, para los cuales parece tener poca importancia lograr un balance entre ataque y defensa.

Hoy, los huaicocheros tuvieron durante los primeros 20 minutos más de una ocasión para lograr alguna anotación, pero David Escalante y Cristian Ivanobski -en teoría, sus principales armas de ataque- carecen de calidad suficiente para resolver esas situaciones. Uno, por su evidente falta de habilidad; el otro, porque es veloz y talentoso, pero sugiere y sugiera, hasta que se equivoca... siempre.

De este modo, la vocación ofensiva de la UC pudo expresarse sin mayores temores frente a un rival inocuo. Michael Ríos,  Erick Pulgar, Darío Bottinelli y Mark González se adueñaron del mediocampo, superaron marcas, metieron pases profundos o se llevaron al balón por las orillas, apremiando a Barnechea por todas las vías posibles.

Así, no fue extraño que Ríos y Pulgar anotaran ya tres tantos en el primer tiempo. Era premio a una superioridad anunciada y concretada. Pasó lo que tenía que pasar en esos 45 minutos, pues se impuso el candidato a dar la vuelta olímpica frente al equipo que parece absolutamente predestinado a descender.

Los méritos de la UC son colectivos e individuales, por más que en algún momento hayan perdido puntos a causa de su evidente desequilibrio táctico. El cuadro de Salas sabe cómo atacar y ahora hasta encuentra pausas para hacerlo y afinar los resultados de sus esfuerzos. 

En el plano del uno a uno, Pulgar es, desde hace bastante rato, el mejor volante mixto, ya no de contención, que ha surgido en el fútbol chileno. Tiene una estatura inaudita para el puesto en Chile, es fuerte, toca con criterio y sabe llegar al gol. Y tiene apenas 21 años. Por eso, mucho de los méritos del equipo de Las Condes se construyen a partir de la figura del antofagastino. Ríos, en tanto, se está concentrando más en jugar y menos en discutir, una de las razones por las que nubló sus talentos durante mucho tiempo. Bottinelli también se acerca paso a paso al nivel que lo alzó como ídolo, mientras que Mark González dejó atrás las lesiones para imponer su indesmentible jerarquía.

En el segundo tiempo, el ritmo disminuyó en cierta medida, pero Salas intentó mantener la presión. Tanto, que reemplazó a un volante de contención, Claudio Sepúlveda, para sumar a un delantero, David Llanos.

Los últimos goles fueron bonos  para algunos de los mejores del cancha: centro desde la derecha de Ríos y cabezazo ganador de González y luego el mismo ex CSKA que habilira a Llanos para el quinto.

Ahora, la UC acumula 26 goles a favor, mientras que Barnechea tiene tantos puntos como goles: cinco. Con ese antecedente, lo de hoy fue un trámite para dos equipos que tiene su camino demarcado: uno termina arriba, el otro ya no conoce límites en su caída.