Tuvieron que transcurrir 317 días para la final. Fue un lejano 15 de mayo de 2014 cuando se inició la Copa Chile 2014-15. El Mundial de Brasil y la adaptación del fútbol chileno al calendario europeo fueron algunas razones para que el torneo se alargara en demasía.

Tras el extenso proceso eliminatoria emprendido por  32 equipos (18 de Primera División y 14 de la B), el atrevido y osado Palestino de Pablo Guede y la pragmática Universidad de Concepción de Ronald Fuentes se convirtieron en los finalistas.  En el caso del Campanil, gran parte del mérito corresponde el ahora técnico de O'Higgins, Pablo Sánchez, quien dejó al Campanil en semifinales antes de partir a Rancagua.

El choque de hoy se prevé como el enfrentamiento entre dos estilos técnicos totalmente opuestos:  el de Guede, ultraofensivo y casi suicida al atacar, y el de Fuentes, conservador y pragmático, en donde los contragolpes comandados por Pedro Muñoz y Gabriel Vargas serán esenciales para desarticular la zaga árabe.

Los tricolores tiene la posibilidad de levantar la Copa Chile por tercera vez en su historia, pues en 1975 y 1977, en el último caso con Elías Figueroa como máximo estandarte. En caso de campeonar, romperían una mala racha de 37 años sin dar una vuelta olímpica.

En el Campanil, el registro más cercano fue en la versión 2008-09. Esa vez, de la mano del técnico Jorge Pellicer, los sureños se quedaron con el cetro ante Deportes Ovalle.  Hoy, van por el bicampeonato.

"Estamos conscientes de que es un partido único. Sabemos que en 90 minutos tenemos que lograr una regularidad y contrarrestar el poderío que tiene Palestino", dijo ayer un mesurado Fuentes.

En tanto, Guede fue enfático al decir que el duelo ante el Campanil será único: "No es comparable ni con la Libertadores ni con el Torneo Nacional ni con nada parecido. Será un partido muy especial".

En tanto, el estadio Fiscal de Talca, escenario del duelo, no estará en óptimas condiciones. Faltarán 170 butacas, destruidas por los barrabravas de Curicó Unido, en el partido dominical ante Rangers, por Primera B.

La batalla llega a su fin. Pero la espera tendrá premio para el vencedor: clasificación a Copa Sudamericana y a la Supercopa de Chile.