En marzo de 2015, un copiloto de Germanwings -aerolínea alemana de bajo costo- que tenía depresión estrelló deliberadamente un avión en los Alpes franceses, matando a las 150 personas que venían a bordo.
Tras casi un año y medio desde que ocurrió la tragedia, la Escuela de Salud Pública de la U. Harvard (EE.UU) realizó una encuesta anónima a 3.500 pilotos.
El sondeo arrojó inesperados resultados, pues más de 200 de estos pilotos, que actualmente ejercen en líneas aéreas comerciales en operaciones, pueden estar clínicamente deprimidos.
De los 3.500 encuestados, 1.848 participantes completaron las preguntas enfocadas a salud mental.
La mayoría de los encuestados fueron estadounidenses (45,5%), luego canadienses (12,6%) y por último australianos (11,1%).
Dentro del grupo que contestó las preguntas enfocadas a la salud mental, el 12,6% cumplió con el diagnóstico de poseer una probable depresión, mientras que el 4,1% informó tener pensamientos suicidas en las dos semanas anteriores desde el día en que se realizó la encuesta.
Asimismo, de los 1.430 encuestados que informaron haber trabajado como piloto de línea aérea en los últimos siete días, el 13,5% calificó dentro de las personas que poseen depresión.
Además, el estudio reveló que la depresión era más probable entre los pilotos que reportaron utilizar altas dosis de medicamentos para dormir.
El estudio
El estudiante de doctorado de la U. de Harvard, Alex Wu, y uno de los autores de las investigación, dijo que el estudio busca determinar la importancia de la depresión entre estos trabajadores -un grupo de profesionales que es responsable de miles de vidas diarias- y subraya la importancia de evaluar con precisión la salud mental de los pilotos y aumentar el apoyo para el tratamiento preventivo.
La investigación es el primer estudio en describir la salud mental enfocada en la depresión y pensamientos suicidas de los pilotos de líneas aéreas. Las preguntas estandarizadas de la encuesta sobre el contenido del trabajo y la salud fueron extraídas del Cuestionario de Contenido de Empleo (JCQ) y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
Además, en el cuestionario se incluyeron preguntas sobre la salud mental que los médicos usan para diagnosticar la depresión, las que están diseñadas con una mezcla de preguntas, para que no resulten obvias, con el fin de minimizar el riesgo posible de que los encuestados no contestaran las preguntas, mintieran o modificaran sus respuestas.
El autor principal del estudio, Joseph Allen, señaló que encontraron que muchos de los pilotos que actualmente manejan aviones tienen síntomas depresivos y que "es posible que no busquen tratamiento debido al miedo a impactos negativos en el desarrollo de su carrera".
Por otra parte, "hay un velo de secreto en torno a los problemas de salud mental en la cabina de piloto. A través de una encuesta anónima, pudimos protegernos de los temores de las personas de informar debido al estigma y la discriminación en el trabajo", aseguró el investigador.
Problema masculino
La investigación también arrojó diferencias de género en sus resultados.
Así por ejemplo, hubo más casos de pilotos masculinos que femeninos que describían tener "casi todos los días" pérdidas de interés, problemas para concentrarse, sentirse fracasados y creer que estarían mejor muertos.
Sin embargo, los pilotos femeninos tenían más probabilidad de haber sido diagnosticadas con depresión.
En Chile, Sky Airline se excusó de participar de este reportaje, dado que su vocero, el gerente de operaciones en vuelo, no estaba disponible al momento de la consulta, mientras que la aerolínea Latam declinó entregar su visión respecto a los resultados de la encuesta pese a las consultas de La Tercera.
Aproximadamente 350 millones de personas sufren de depresión en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aun cuando hay tratamientos eficaces para esta enfermedad, menos de la mitad de estos pacientes reciben tratamiento por causa del estigma social que puede generar.