E. Vargas
Decisivo. Como tantas jornadas con la camiseta de la Roja, su trascendencia es innegable. Y esta vez le agregó además del gol, una versión mejorada a sus últimas apariciones con la Selección. Vivaz, movedizo, el renquino tuvo pasajes brillantes en el primer tiempo, dejando en claro que con tiempo de preparación, luce su mejor repertorio.
M. Díaz
Tuvo un primer tiempo para guardarlo en un pendrive y mostrarlo en las academias de fútbol. El mediocampista hizo jugar a sus compañeros, enseñó el camino a la hora de ejercer el pressing y conectó todos los circuitos ofensivos de la Roja, que coincidió con los mejores pasajes del equipo. Los números de su actuación así lo indican: falló apenas tres pases de 70, en su mayoría en campo rival. Cuando está bien físicamente, se torna imprescindible. Cual dictador, impone las condiciones del juego a su antojo.
A. Vidal
Cuando se habla que Chile es un equipo bajo y que sufre en los balones detenidos en contra, se olvida en el análisis que asimismo cuenta con uno de los jugadores más completos en el juego aéreo. Ante Camerún, el Rey Arturo dejó otro brinco para el recuerdo. Como el de Salas en el Mundial de Francia. Enorme para enseñar el camino cuando el equipo parecía bajar los brazos. Irreemplazable desde lo futbolístico y anímico.
C. Fai
Improvisado a última hora como lateral izquierdo, vivió una pesadilla en el primer tiempo. Los mejores ataques de la Roja vinieron por su costado, donde sin colaboración del extremo izquierdo, quedó a merced de Fuenzalida y Vargas. El segundo tiempo sufrió menos porque con el ingreso de Sánchez, Chile se cargó hacia el otro costado. Todo un alivio.
E. Puch
Un año tardó el iquiqueño para volver a ser titular en la Roja en un partido oficial. Y pese a la confianza de Pizzi para reemplazar a Sánchez en la oncena titular, su actuación quedó al debe. Salvo un remate de media distancia, que desvió el portero africano, no gravitó nunca en ataque. Ni por gambeta ni por desborde. Pareció siempre más preocupado de liberarle el pasillo a Beausejour que de desequilibrar por sí mismo. Su salida era lógica.
M. Isla
Hace rato perdió protagonismo en ataque, más allá de su gol ante Rusia hace algunos días. Igual, tuvo la más clara antes del gol de Vidal en el segundo tiempo, pero falló un cabezazo a un metro del arco. Todo por ir a buscar el balón con los ojos cerrados.
V. Aboubakar
Se habló mucho de su capacidad de aguantar el balón y habilitar a sus compañeros, pero de eso no se vio casi nada. La única chance que tuvo, en el primer tiempo, fue desviada por Herrera. Muy poco acompañado en todo el partido.
J. Herrera
Mezcló buenas y malas. Muy bien ante un remate dentro del área de Aboubakar, desviando con la pierna. Luego el árbitro lo salvó cobrando un foul cuando quedaba regalado en un centro y la pelota terminaba en gol. Después no tuvo mucho más trabajo, salvo algunos centros.
F. Ondoa
El portero alargó la resistencia de Camerún con varias intervenciones en el primer tiempo. Su agilidad y buenos reflejos, ahogaron el grito de gol de la Roja. Nada pudo hacer en el cabezazo de Vidal y en el de Vargas, quedó fuera de foco tras el mano a mano con Alexis.
Ch. Aránguiz
Arrancó para comerse el partido, pero un tema físico lo condicionó, al punto de sacarlo del partido. El triángulo que conforma con Díaz y Vidal marca la temperatura del juego de la Roja. Cuando una de las piezas flaquea, se nota mucho.
F. Silva
Pizzi debió recurrir al Gato por circunstancias del juego más que por convencimiento. Pero la elección
resultó clave. Su ingreso coincidió con el alza en el juego de Chile, que volvió a tener el control total del juego.
G. Jara
Sigue mostrando desconcentraciones que ante rivales de mayor categoría pueden costarle caro a la Selección. Se ganó una amarilla porque sólo podía recurrir al foul a la entrada del área.
A. Sánchez
En una pierna sigue siendo más gravitante que varios de sus compañeros. De su pie derecho nació el centro para el gol de Vidal. Luego, quiso hacer una jugada maradoniana para quedar como máximo goleador histórico de la Roja, pero falló en la definición. Por suerte a su lado estaba Vargas para enmendar el error.
A. Djoum
Vio pasar el juego de Chile delante de sus narices sin saber qué hacer. Apenas recuperó un balón en todo el partido, siendo que estaba más preocupado de cortar el circuito ofensivo de Chile.