Este viernes unos 13 millones de marroquíes se pronunciarán sobre la reforma constitucional propuesta el 17 de junio pasado por el rey Mohammed VI.
En la propuesta se prevé por primera vez que la monarquía marroquí renuncie a parte de sus poderes absolutos a favor del Parlamento, del gobierno y de la administración judicial.
Un sondeo difundido hoy por el ministerio del Interior, arroja que cerca del 80% de los votantes lo harán por el "sí", sin embargo la afluencia de votantes aún es incierta.
Prácticamente todos los partidos políticos legales declararon su apoyo a la iniciativa del rey.
Sin embargo, el "Movimiento del 20 de febrero" invitó al boicot porque considera la reforma "insuficiente". También están contra el referendo los integristas islámicos de Al Adl Wa Al Ihssane, un movimiento ilegal, pero radicado en el territorio desde hace mucho tiempo que pide el fin de la monarquía.
Si la afluencia a votar mañana es escasa podrían debilitarse los proyectos reformatorios de Mohammed VI, que aspira a responder gradualmente los pedidos de democracia y justicia social del pueblo.
El rey, de 47 años, encargó a expertos la elaboración de la nueva Carta Magna, con el propósito de no correr la misma suerte que tuvieron los derrocados líderes de Túnez, Zine el Abidine Ben Alí y Egipto, Hosni Mubarak.