Unos 600 edificios de Inglaterra tienen un revestimiento inflamable como el de la Torre Grenfell de Londres, donde un incendio dejó 79 muertos, según estimaciones de concejos locales difundidas el jueves por el gobierno.
El gobierno ordenó hacer pruebas en todos los revestimientos de edificios altos del país, y éstas revelaron que al menos tres tienen revestimientos inflamables, pero los concejos locales estiman que en total hay 600 sólo en Inglaterra.
Se cree que el material inflamable de los paneles que cubrían la Torre Grenfell fue responsable de la rápida propagación del fuego, sumado al hecho de que la separación entre el revestimiento y el edificio creó un efecto chimenea que también contribuyó.
Poco antes de que se conociera esta cifra, la primera ministra Theresa May anunció que habían ordenado realizar pruebas en todos los revestimientos de los edificios altos del país. "Poco antes de venir a la Cámara (de los Comunes), me informaron que algunos tests revelaron que eran inflamables", dijo May en una intervención en el Parlamento sobre el incendio que el miércoles pasado.
"Las autoridades locales y los servicios de bomberos locales fueron informados, y, mientas hablo, están tomando todas las medidas necesarias para asegurarse de que los edificios son seguros e informar a los vecinos afectados", explicó May.
La primera ministra no quiso señalar directamente al revestimiento de la Torre Grenfell como culpable de la rápida expansión de las llamas, "pero, como precaución, el gobierno organizó el examen de los revestimientos en todos los edificios relevantes".
May enumeró todas las ayudas recibidas por los vecinos afectados, después de recibir una lluvia de críticas por evitarlos al día siguiente del incendio, cuando visitó el edificio del barrio de Kensington y Chelsea y se reunió sólo con los servicios de rescate.
Muchos de los moradores de la Torre Grenfell eran inmigrantes y May quiso tranquilizarlos prometiendo que su estatuto legal no será un obstáculo para recibir ayudas: "no habrá controles de inmigración", prometió.
Este jueves, una semana y un día después, llegó la primera dimisión por la tragedia, la de Nicholas Holgate, director ejecutivo del concejo de Kensington y Chelsea, el más alto funcionario de esta administración local.