Durante dos días un periodista del matinal Mucho gusto (Mega) siguió a Ursula Achterberg, protagonista de la teleserie Fuera de control (Canal 13, 1999), para convencerla de que contara en el programa qué fue lo que la llevó a robar en dos supermercados, la última de ellas esta semana, por la que quedó con arraigo nacional mientras dure la investigación.
Y ayer la actriz aceptó la propuesta, sin cobrar dinero de por medio. Solo pidió que le pagaran la peluquería. "Lo único que le ofrecimos nosotros es que no la íbamos a perturbar ni íbamos a ensañarnos con ella", dice Bibiano Castelló, productor ejecutivo del espacio. Y enfatiza que "ella no nos puso ninguna condición o veto, en realidad fue súper abierta".
Achterberg partió la entrevista diciendo que "de nada me sirve tener antecedentes de hurto o robo, si lo que necesito es trabajo, sobre todas las cosas". Y dijo que "no necesariamente" lo que busca es trabajar en una teleserie. "La verdad es que en lo que sea sería bienvenido, porque estoy muy necesitada y no tengo ayuda". A su vez, dejó en claro que antes de cometer el primer ilícito pidió ayuda a amigos y familiares.
Y que con su madre, quien tiene la tutela legal de sus hijas, no tiene una buena relación. "Una mamá no es necesariamente quien te quiere", señaló. El conflicto entre ellos se produjo luego de que su madre interpusiera una segunda demanda de tuición ante el Sename y Achterberg perdiera la custodia. "Me acusaron de tratar de quemar la casa con las niñas adentro. (...) Eso fue un accidente, una fuga de gas", dijo.
José Miguel Viñuela, conductor de Mucho gusto, cuenta que haciendo la entrevista se mostró sorprendido "por lo sola que está Ursula. Me quedé un poco para adentro, porque te pones a pensar en su situación, en cómo esta una mujer que estuvo en la tele, que protagonizó teleseries y le iba bien, ahora vive en una pieza. Uno dice: 'Qué heavy el vacío que puede existir'". Y reconoce que "ella fue muy amable con nosotros, nunca escabulló ningún tema. Se ve que es una mujer muy noble".
La actriz, que por estos días se alterna viviendo entre una pieza en la comuna de Providencia y una casa Okupa en Recoleta, señaló que hechos ilícitos que cometió los hizo para llamar la atención: "Quiero estar con ellas (sus hijas) y llamo la atención robando en algún supermercado, a ver si alguien me pesca. Pero cada vez que llego a un tribunal me toman para la chacota, pero nunca le he pegado a nadie". Eso sí, también agregó que "cuando me quisieron quitar a mis hijas, me defendí como un animal".
Bibiano Castelló, en tanto, cuenta que mientras emitían la entrevista de Achterberg en el matinal de Mega recibieron llamados de televidentes ofreciendo ayuda a la actriz. "De todo tipo de cosas. Hasta trabajos ofrecieron, así que tomamos los datos y se lo pasamos a ella". Achterberg, en tanto, dijo que esperaba no volver a aparecer en TV por conflictos: "No se va a volver a repetir (los robos). No es algo que me produzca placer ni que sea agradable", declaró.