Dos sobrevivientes uruguayos del naufragio del crucero Costa Concordia, Adriana Doll y Nicolás Ferreri, anunciaron que demandarán a la empresa dueña de la nave: la italiana Costa Crociere, que pertenece al grupo naviero estadounidense Carnival.
En declaraciones que publica el diario local La República, Ferreri dijo que "fueron cinco horas de pánico" y recordó que "todo pintaba bien" en el viaje, pero tras tocar cuatro puertos "el barco empezó a moverse hacia un lado" y a partir de allí todo fue caos y confusión.
Ferreri, de 29 años, vive y trabaja en Barcelona, donde está radicado desde hace seis años, y se había tomado unas vacaciones para descansar. Denunció que no hubo una evacuación organizada y lo que reinó en aquellos momentos fue el "sálvese quien pueda".
Adriana Doll vive en Sao Paulo donde declaró que entre sus familiares que la acompañaron en el crucero, hay tres abogados, quienes la ayudarán en el proceso de acciones reparatorias por lo sucedido.
El Costa Concordia naufragó frente a las costas italiana, la noche del viernes al sábado lo que podría costarle a las aseguradoras unos 500 millones de euros o incluso más, según señaló el diario "Financial Times Deutschland" en base a círculos de aseguradoras.