Es un hijo de inmigrantes de Sierra Leona. Nació en Boca Ratón y desde los cuatro años comenzó a tomar una raqueta, pues la fortuna quiso que su padre fuera contratado inicialmente para la construcción del Junior Tennis Champions Center, en Maryland, y luego se le extendiera el contrato como cuidador del recinto. Así es como Francis Tiafoe comenzó a dar los primeros pasos en el deporte que la noche del martes, en Flushing Meadows, lo vio consagrarse con un partido inmenso ante Roger Federer.
La historia se estiró al máximo entre el joven estadounidense de 19 años y el suizo de 36, en una jornada donde sólo en el court Arthur Ashe pudieron disputarse todos los partidos, pues la lluvia no dejó de caer sobre Nueva York. Y el choque comenzó de manera sorprendente, con un 6-4 a favor del jugador afroamericano, de 1,88 metros de estatura y una soltura de golpes que impacta.
Luego, todo parecía que tomaba el camino habitual, cuando FedEx se impuso en las dos siguientes mangas por 6-2 y 6-1, mientras el joven representante local parecía haber perdido la potencia y el entusiasmo mostrado en el inicio. En el cuarto, sin embargo, volvió Tiafoe a meter en problemas a su extraordinario rival, tanto, que el set terminó en 6-1.
En el último tramo, sin embargo, el helvético puso todo el peso de su experiencia y jerarquía para imponerse por 6-4, con un quiebre decisivo en el cuarto juego. A partir de ese momento, el asunto pareció sentenciado, pero un quiebre en el noveno game le dio una oportunidad más al local. Al final, la historia tardó dos horas y 37 minutos en escribirse.
Tiafoe, el joven que le dio más de un problema a Federer.