El uso fraudulento de tarjetas de crédito y débito está convirtiéndose en el motor importante del aumento de los ingresos o denuncias por delitos económicos y tributarios. Esto, según las últimas cifras del Ministerio Público, de acuerdo con las cuales al primer trimestre de este año el total de ilícitos asociados al uso de plásticos de pago totaliza los 12.117, cifra 5% mayor a la de igual periodo de 2016.

Esto duplica las 5.846 denuncias registradas en igual periodo de 2015 y, según la Fiscalía, esta tendencia ha influenciado directamente el alza total de los delitos económicos y tributarios, que crecieron 50% en tres años al primer trimestre de 2017 pasando de 17.637 a marzo de 2015, a 24.656 a igual mes de este año.

El Ministerio Público ha seguido atentamente la evolución de estos delitos en particular desde 2012, periodo en que se observó el primer gran crecimiento del ingreso (121%), lo que, según afirman, coincide directamente con un aumento en el mercado del uso de tarjetas de crédito y débito a nivel nacional. Se trata de delitos que engloban diversas formas como el uso de claves, compras fraudulentas por internet y clonaciones, siendo estas últimas el grueso, según explica la directora ejecutiva Nacional de la Fiscalía, Francisca Werth. Por tanto, es un delito sin fronteras geográficas, que en general involucra a bandas internacionales y de "muy difícil persecución".

La experta afirma que se trata de un delito con poca "cifra negra", es decir, en que hay muchas denuncias, debido en parte a que para activar el seguro es necesario hacer el trámite. "Esto permite tener una muy buena radiografía de lo que está pasando, pero la mayor parte de los ingresos llegan sólo hasta la etapa de archivo", añade Werth, ya que pocos continúan el proceso hasta la condena.

En 2016 se registraron 581 condenas, que representan el 1,01% del total de denuncias. En los diez últimos años se contabilizan 6.892 condenas, esto es el 4% del total de 155 mil denuncias.