Tras el guiño de Guillier al Frente Amplio (FA), al afirmar el miércoles en la noche que "a largo plazo" las AFP debieran terminar, la discusión en torno a eventuales acercamientos entre ambos sectores para una propuesta en pensiones de cara a la segunda vuelta adquirió fuerza ayer.

Sin embargo, se trata de una definición compleja, ya que mientras la visión del FA apunta a reemplazar el modelo de capitalización individual por uno de reparto, poniendo fin a las actuales administradoras -en línea con la demanda del movimiento No+AFP-, Guillier y su equipo hasta ahora se han alineado con la actual propuesta del Ejecutivo que se discute en el Congreso, que considera el 10% de cotización administrado por las AFP y un 5% adicional en manos de un organismo estatal autónomo.

Consultado ayer el economista del área de pensiones de la candidatura de Guillier, Andras Uthoff, aclaró que no está en los planes "adherirnos a No +AFP, en ningún caso, pero sí entender que se debe terminar con los abusos (...). Guillier es consciente de que hay un fondo de pensiones de ciertas magnitudes que es importante en los equilibrios macro; está consciente que es de propiedad de los trabajadores, pero también está consciente de que los trabajadores están disconformes con las pensiones que da el sistema". Asimismo, agregó que el candidato coincide con la idea de que los partidos de la Nueva Mayoría "nos han dejado en manos de una industria que es muy rentable, pero cuyo producto es malo y en ese sentido hay que limitar ese rol de las AFP para terminar con retornos excesivos y mejorar las pensiones".

En todo caso, aclaró que una eventual salida de las administradoras del sistema es algo que iría "más allá de su gobierno, pero sentando las bases para ir terminando con un mercado de ahorro previsional obligatorio en que el consumidor se siente abusado y el Estado no hace más que obligarlo a participar sin defenderlo, excepto si cae en pobreza en la vejez o invalidez". Por eso, "se crea primero el componente solidario bajo los principios de la seguridad social por ingresos hasta un tope y luego se permite el traslado voluntario", añade.

Según el director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, Guillier "va a una velocidad distinta en comparación con el FA y por ello lanza una promesa de largo plazo, que podría conciliar las posturas más moderadas y radicales dentro de la centroizquierda", sostiene. "Es el camino adecuado, porque deja contento al Frente Amplio en una expectativa a largo plazo, y también deja más tranquila a la Nueva Mayoría, donde el segmento más moderado claramente no quiere eliminar el sistema de buenas a primeras", sostiene.

Para el economista Álvaro Clarke, ex integrante del comando de la ex candidata presidencial Carolina Goic, el planteamiento de Guillier "refleja la volatilidad del candidato y signos de populismo. Parece ser un líder que se mueve por la peligrosa senda de hacer políticas públicas a partir de una eventual obtención de votos. Más aún, cualquier cambio en el Decreto 3.500 (que rige a las AFP) requiere de quórum calificado, algo con lo que no cuenta ni el actual gobierno ni Guillier si llega a la presidencia".

El superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, dice que se trata de "una discusión legítima que se tiene que dar en el Parlamento. Hoy día, los proyectos están presentados y lo que anunció el gobierno es que se van a continuar tramitando".