Ni haber llegado a las 22.00 horas desde su casa en Puente Alto hasta el vacunatorio de la Clínica Alemana, ni ser la primera en una lista de más de 100 personas fue suficiente para que Myriam Antil pudiera obtener una de las escasas dosis de vacuna contra la fiebre amarilla que se suponía estarían disponibles en el recinto de salud ayer. Durante la madrugada, en el recinto había alrededor de 300 personas con la misma esperanza de recibir la inoculación. Sin embargo, eso nunca sucedió, porque no había ni una sola dosis disponible.

"Yo llamé por teléfono y me dijeron que iba a haber vacunas, por eso llegué temprano. Era consciente de que iba a salir vacunada de aquí", contó molesta Antil. Ella junto junto a los cinco miembros de su familia con los que viajará a Brasil el próximo viernes están en una carrera contra el tiempo para recibir la inyección, porque dicho país se encuentra en alerta producto de un brote de la enfermedad. "Para mí la única solución era vacunarnos. Si no lo consigo de aquí al lunes creo que no voy a viajar, pero tampoco me van a devolver el 100% de los pasajes", sostuvo.

Sin embargo, el subsecretario de Salud, Jaime Burrows, explicó en conversación con CNN que el hecho de no vacunarse diez días antes del viaje -como es recomendado- "no quiere decir que hayan personas que antes de los diez días hayan generado la cantidad de anticuerpos necesarios para prevenir el contagio. No es bueno que crean que si se vacunan después no servirá".

Lo anterior, porque para muchos recibir la inoculación se volvió una razón tan decisiva para realizar o no los viajes. Así lo relató Francisco Ananías, quien viajó desde Concepción a Santiago para obtener la vacuna y tampoco lo logró. "Llegué acá a las 4.00, hicimos una lista y teníamos el número 30, pero pasadas las 8.30 salieron las enfermeras, y nos dijeron que no quedaban vacunas", señaló.

Esta situación pone en riesgo su intención de viajar hasta ese país el próximo 12 de febrero y también resultó una pérdida de tiempo para él. "Considero que es una falta de respeto. Uno confía en los canales oficiales de la clínica -atención telefónica- y finalmente la información no era real", manifestó.

Escenarios como este se repitieron en otros centros de salud de la capital. En la Clínica Indisa llegaron muy temprano cerca de 300 personas para solicitar la dosis. Sin embargo, solo había 74 vacunas disponibles. En el vacunatorio Medi Clown, de Providencia, a mediodía ya habían administrado 100 dosis, pero solo a pacientes que habían agendado sus horas previamente. Marisa Rivera y Juan Pablo Carreño llegaron al lugar luego de haber recorrido otros vacunatorios. "El próximo miércoles nos dijeron que llegaría la nueva carga de dosis. Estamos agendando hora porque está todo atochado", dijo Rivera.

Debido a que la enfermedad no es endémica en Chile, el Plan Nacional de Inmunización no asegura su administración gratuita, como sí lo hace con otras 14 infecciones. Por ello, solo se administra en clínicas y vacunatorios particulares, con un valor que fluctúa entre los $ 35 mil y $ 42 mil. Pese a que el Instituto de Salud Pública de Chile informó el jueves pasado que a partir del viernes habría stock disponible de la vacuna, ayer ya estaba agotado en la mayoría de los centros de salud. Según información que trascendió en los recintos hospitalarios, mañana podrían estar disponibles nuevas dosis, ya que aún quedan 12.000 vacunas disponibles en el país, las que están siendo revisadas por el ISP.

En este contexto, Burrows explicó que la distribución de las inoculaciones "depende del convenio que tenga el ISP con los vacunatorios (...). Es legal que algunas personas hagan reservas, porque es una prestación que se realiza voluntariamente". El subsecretario además hizo un llamado a la calma y añadió que este año ha habido una disminución en los contagios.