El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reafirmó ayer su inquietud ante el escenario actual para el crecimiento del país y enfatizó que éste "requiere atención".
En el marco de un seminario organizado por el Consejo Minero e Icare, el jefe de las finanzas públicas reiteró su llamado a redoblar esfuerzos en pos de reactivar la inversión e insistió en la necesidad de reducir los ruidos que afectan la confianza. Este mensaje está en línea con lo que expresó a inicios de mes tras conocerse el crecimiento de 0,8% en noviembre de 2016, el que se ubicó por debajo de las expectativas del mercado.
En esta línea, Valdés admitió que el país está enfrentando más dificultades, como el hecho de que el bajo crecimiento "pasó en lo mas reciente a una fase de mayor debilidad", asociada a una actividad más lenta en los sectores distintos a la minería. Esto mientras a inicios del año pasado era principalmente la minería el factor que explicaba el menor dinamismo.
En cuanto a la recuperación de las confianzas, el jefe de las finanzas públicas subrayó que "en un año electoral esto no es fácil", recalcando que "dar respuestas satisfactorias a las crecientes, múltiples y a veces contradictorias demandas ciudadanas se ha vuelto más difícil".
El secretario de Estado señaló que "no se puede jugar con los incentivos, o cambiar las reglas, solo por una buena intención detrás. En algunos casos, simplemente es mejor no innovar".Valdés señaló que "cada día destinamos esfuerzos para que los proyectos de ley que se discuten en distintos ámbitos velen por un adecuado equilibrio entre los objetivos específicos del proyecto -que pueden ser muy loables- y su posible impacto negativo en otros sectores, el particular la minería".
En respuesta al presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, que durante el mismo evento apuntó que considerando la inminencia de la carrera presidencial la actual administración podría enfrentar el denominado síndrome del "pato cojo", el jefe de la cartera respondió categórico que "estamos lejos del pato cojo" y recalcó que aún queda más de un año para la actual administración, período en el que quedan tareas relevantes.