A la defensiva. Así llegó Jorge Valdivia a su primer encuentro con los medios de comunicación en su retorno a la Roja. Parecía tener claro que su condición física sería el asunto más abordado y se mostró dispuesto a argumentar en favor de sí mismo. "Estoy bien, llego bien. Con muchas ganas de poder sumar", dijo ante la primera pregunta. "¿Acaso estoy para 90 minutos? Yo trabajo para sumar. Estoy para lo que el entrenador diga", aseguró después. "Puedo estar en Brasil o España, pero siempre se me cuestiona el físico", remató más tarde, ya un poco contrariado por la insistencia. "Para estar acá es obvio que hay que estar en buenas condiciones físicas. Yo siempre me entreno, aunque no lo crean", lanzó. "¿Mi forma de jugar? No ha cambiado. Es la misma que cuando estaba en Brasil. No hay diferencias", culminó, intentando de una vez cerrar el tema.
Pese a todo, trató de mantener su buen ánimo habitual. Y hasta se emocionó cuando dijo que "el que se puso más contento cuando me llamaron a la Selección fue Jorgito, mi hijo. Uno hace todo por la familia y estoy feliz de estar acá, porque son mis hijos los que más lo disfrutan".
Y sobre su presencia, justamente, dijo que integrar el equipo sigue generándole buenas sensaciones. "Siempre me he sentido bien estando acá. Me sentí cómodo con Bielsa, con Borghi y con Sampaoli. Ahora me sigo sintiendo importante, me llamen o no. Vivo el presente y estoy feliz. Espero seguir viniendo", afirmó, casi como una declaración de intenciones.
Tampoco dejó de lado el encuentro de mañana ante Argentina en Buenos Aires. "Chile ha equiparado el nivel, no sólo con Argentina, sino con todos. Quedó demostrado en el Mundial. Más allá del partido de este jueves, lo más importante es clasificar a Rusia. Todas las selecciones piensan en ganar. Ojalá en Argentina podamos acercarnos un poco más al Mundial, que es lo único que importa".
El volante zafó de los cuestionamientos y se defendió con la misma habilidad que demuestra dentro de la cancha. "Si me toca estar cinco minutos, espero entrar bien y ser decisivo, a ver si me siguen preguntando por el físico", dijo al final, justamente antes de retirarse. Ironizando incluso, haciendo como que le costaba caminar.
El Mago está en la Roja. Y quiere callar bocas.