La escena en el entrenamiento de Palmeiras dejó congelados a todos. Después de una barrida del zaguero Henrique, el chileno Jorge Valdivia quedó tirado en el piso, aferrado a un cono naranjo y tomándose el tobillo izquierdo, dando evidentes muestras de dolor. Muchos pensaron lo peor, tomando en cuenta la larga lista de lesiones que han aquejado al mediocampista desde que regresó a Brasil, en agosto de 2010, procedente de Al Ain.
La práctica se detuvo y el chileno tuvo que salir en andas de la cancha, con lágrimas en los ojos. La imagen de Valdivia llorando incluso se conoció en Juan Pinto Durán, donde el propio Jorge Sampaoli reconocía que la situación lo dejaba muy preocupado de cara a la confección de la nómina para el amistoso del 6 de febrero, ante Egipto en Madrid.
"La recuperación de Jorge nos permitía de seguro contar con él y fuera considerado. Es un jugador importante con el que no podremos contar si se confirma la gravedad de la lesión", reconocía al mediodía el seleccionador nacional, preocupado porque suponía que perdía una pieza clave en su esquema para el duelo en España.
Sin embargo, por la tarde el panorama varió considerablemente. La radiografía que se le realizó al "Mago" no arrojó fractura ni esguince en el tobillo izquierdo, por lo que sólo estará en observación durante 48 horas.
"El jugador quedará en tratamiento sobre la base de medicamentos y fisioterapia, y este martes será evaluado nuevamente. La zona donde sufrió el golpe todavía está hinchada, pero es normal en esta clase de lesiones", señaló el doctor Otavio Vilhena.
Enterado del resultado de la radiografía que se le practicó durante horas de la tarde, Valdivia no pudo ocultar su alegría, tomando en cuenta la seguidilla de lesiones que lo afectaron los últimos dos años y que lo obligaron a perderse muchísimos partidos con Palmeiras.
"Lo primero que pensé cuando me entregaron el examen fue que por fin tenía una buena. Después de tantas malas, se agradece una noticia positiva para mí", reconoció Valdivia a La Tercera. De paso, informó que al momento de producirse la jugada que encendió las alarmas, tanto en Palmeiras como en la Selección chilena, temió algo muy grave: "Fue un golpe que me produjo muchísimo dolor. Recibí la patada directa en el tobillo. Por eso no me podía poner de pie, era muy fuerte la molestia. Terrible".
El chileno, quien no había sido considerado para el amistoso que jugó Palmeiras el pasado fin de semana ante Sao Caetano, aún no sabe si podrá estar el domingo en el inicio del Campeonato Paulista, frente a Bragantino, en un duelo que se disputará en el estadio Pacaembú.
"No me quiero apurar. Vamos a ver con los médicos que es lo más conveniente. Quiero ir paso a paso en esta primera parte del año. Hice una muy buena rehabilitación en Chile, que incluso fue elogiada por los doctores acá, pero no podemos correr riesgos", afirmó el volante, cuyo último partido oficial lo disputó el pasado 6 de octubre.
Palmeiras tiene previsto cuatro partidos por el Paulista desde el domingo hasta el miércoles 30 de enero. Y la idea de Valdivia, y también del cuerpo técnico de la Selección, era que jugara la mayor cantidad de encuentros posibles en esta fase del torneo, para sumar minutos de competencia y poder ser nominado para el amistoso ante Egipto. "Es obvio que esta lesión no me ayuda. Pero dentro de lo malo, no fue nada grave. Y eso me deja tranquilo", concluyó.