Fabián Orellana debe buscar nuevos horizontes. Su estadía en Valencia, sólo a siete meses de su arribo, está cerca de terminar. O al menos así le dijo el propio Marcelino, técnico del elenco Che, quien dialogó con el delantero para decirle que no está en sus planes esta temporada.
La decisión es extraña, si se considera que hace apenas un mes el elenco valenciano hizo uso de la opción de compra por el futbolista y pagó $ 3 millones de euros al Celta de Vigo. Menos entendible aún, teniendo en cuenta que ha sido uno de los jugadores más destacados durante la pretemporada, proceso en el que ha convertido tres tantos, más que ningún otro del plantel. El último fin de semana, de hecho, con un golazo selló el triunfo sobre el Bournemouth inglés (1-0).
Pese a todo, el DT considera que el chileno no se adapta a su sistema. Ubicado sobre la punta izquierda, ha dado muestras de su habilidad durante la preparación en el verano europeo, sin embargo no es suficiente para el técnico, que maneja otras alternativas para el puesto y tiene al chileno bien abajo en su orden de prioridades.
De acuerdo a lo que publican diferentes medios en España, eso sí, el encuentro entre el jugador y el técnico se produjo en buenos términos. No hay quejas respecto de su conducta o temperamento y, por el contrario, el club optó por el camino de la sinceridad y, conscientes de que lo que quiere Orellana es jugar regularmente para pelear por un puesto en la Selección, le mostraron el camino de salida para que encuentre un nuevo club. El plazo fatal es el 31 de este mes. De no concretarse, permanecerá en el elenco blanquinegro, al que está ligado hasta el junio de 2019.
"Siempre trabajo para mejorar. Mis primeros meses fueron complicados y difíciles por la situación que atravesaba el Valencia. Pero ahora es distinto. El equipo refleja en el campo lo que quiere el técnico", había dicho el propio chileno, optimista, luego del último amistoso. El fútbol, no obstante, le puso otro desafío. Y su futuro ahora está en el aire.