Poco más de dos horas durmió hoy la recién electa presidenta de la Fech, Valentina Saavedra. Pasadas las 3 de la mañana se conocieron los resultados que la confirmaron como la sucesora de Melissa Sepúlveda en la dirigencia de la casa de Bello. Tuvieron que transcurrir otras tres horas para que la carta de la lista "Somos Fuerza" recién llegara a su casa.

Pese a esto, Saavedra comenta que dormir poco es casi parte de su formación como estudiante de Arquitectura, carrera a la que ingresó en 2009. Su proyecto de título deberá quedar en pausa a la espera de un año que define como crucial para el movimiento estudiantil.

En 2011 Saavedra era presidenta del centro de estudiantes de Arquitectura. Era un año de movilizaciones y fue ahí donde conoció al entonces vicepresidente de la Fech, y dirigente de Izquierda Autónoma, Francisco Figueroa. Comenzó a militar en el colectivo.

Junto con Figueroa, uno de sus referentes al interior del autonomismo es el actual diputado por Magallanes, Gabriel Boric. En cuanto a su formación política, señala dentro de sus autores más leídos a Carlos Marx y a Antonio Gramsci, quien es conocido por la elaboración del concepto de hegemonía, que a diferencia de Marx sostiene que el capitalismo se expresa de muchas otras formas más allá de lo económico.

"Es una alternativa de izquierda que responde a lo que uno busca al construir una izquierda distinta, que no haya abandonado sus horizontes y que tenga una estrategia diferente", dice.

En entrevista con La Tercera, la estudiante oriunda de San Felipe comenta que uno de los objetivos de la Fech para el 2015 es "salvar" la reforma educacional impulsada por el gobierno. Asegura que la Nueva Mayoría ha actuado con "ambigüedad" y pide construir un acuerdo "con los actores de la educación".

Junto con esto, critica los énfasis del proyecto sobre el fin al lucro, al copago y a la selección y sostiene que "no tiene ni una coma en donde se fortalezca la educación pública".

-¿Que esta en juego y cuáles son los objetivos para el movimiento estudiantil el 2015?

Lo que esta en juego y el desafío más importante para el próximo año es salvar la reforma educacional de incluso el mismo gobierno, que ha optado por llegar a acuerdos incluso con quienes están en contra de los principios que el movimiento estudiantil y el movimiento social han planteado.

Y en ese sentido, el cómo se salva, creemos que es necesario un acuerdo democrático amplio, que el gobierno esté dispuesto a un acuerdo con los actores sociales de la educación, como los rectores, profesores, estudiantes, padres y apoderados, porque creemos que la única forma de que reforma educacional tenga como horizonte el concebir la educación como un derecho, que se erradique el mercado de nuestro sistema educativo, es que el mismo movimiento social sea parte protagónica de este.

-Este 2014 ha estado marcado por el proyecto de fin al lucro, el copago y la selección. ¿Cual es la opinión que tienes sobre el proyecto? ¿Compartes la indicación de la "bancada estudiantil" y otros parlamentarios que buscaba que el lucro fuera penalizado con cárcel?

El primer proyecto de la reforma educacional vemos que apunta más a regular el sistema privado. De hecho, no tiene ni una coma en donde se fortalezca a la educación pública.

Nosotros creemos que lo prioritario, lo fundamental, debió haber sido la educación pública, y esperemos que ese sea el giro que dé el gobierno para el próximo año. En ese sentido, en las indicaciones que se han planteado en el parlamento hay cuestiones contradictorias, por ejemplo que se quiera permitir el arriendo de las instituciones, que es la vía que más se ha utilizado para lucrar y al mismo tiempo se plantee la penalización del lucro.  Nosotros creemos que lo fundamental es que no exista lucro en las instituciones y por lo tanto en el caso que existiese, esas instituciones ya no debieran pertenecer a quienes están hoy utilizando la educación como si fuera un negocio.

Sobre lo segundo, me gustaría aclarar que nosotros creemos que no existe esto de la llamada bancada estudiantil. Existen dos bancadas: Una bancada del Partido Comunista y la Izquierda Ciudadana, y una bancada de diputados independientes, y ahí hay que evaluar cada una de las iniciativas de los ex dirigentes estudiantiles por sus propios proyectos, por sus propios procesos, más que aglomerarlos todos en un sólo cuerpo sólamente por ser ex dirigentes estudiantiles.

-En ese sentido, ¿han sabido los ex dirigentes representar las demandas del movimiento estudiantil?

Hay casos en que sí y hay casos en que representan más a la disposición que tienen sus bancadas o sus partidos; pero que finalmente me parece que es legítimo, porque son apuestas de sus organizaciones de disputar un espacio formal de la política.

Lo fundamental es que los representantes del movimiento estudiantil son los que elige el movimiento estudiantil, y hoy ya sea el Confech, los profesores, tienen sus propios representantes, y ahí es importante saber distinguir entre quienes son ex dirigentes -que si bien pueden impulsar iniciativas que apuesten por los mismos horizontes que el movimiento estudiantil- el movimiento tiene sus propios representantes.

(La nueva directiva de la Fech está integrada por -de izquierda a derecha- Juan Luis Fuentes, Vicente Valle, Valentina Saavedra, Roxana Valdebenito y Javiera Reyes)

-El  año pasado, en esta misma fecha, tu antecesora Melissa Sepúlveda dijo que la relación con Bachelet partía sobre la base de la desconfianza. En tu caso, ¿Qué esperas de Bachelet? 

Yo no sé si la desconfianza es una palabra para definir hoy las relaciones. Hoy vemos que el gobierno, Bachelet, todo lo que ella representa, la Nueva Mayoría, cada vez va mostrando más ambigüedad de lo que era el programa que supuestamente era lo que los cohesionaba.

Vemos que día a día se van polarizando incluso las relaciones al interior de la Nueva Mayoría, develando que ideológicamente no están cohesionados, y por lo tanto creemos que lo fundamental y cómo tiene que partir esta relación es demandando al gobierno y al ministro Eyzaguirre, en particular, que se abra a escuchar a la sociedad, a la sociedad que fue la que instaló las demandas que hicieron en gran parte ganar a este gobierno, y creemos que esto tiene que ser un acuerdo democrático con los distintos actores sociales, porque nosotros no estamos disponibles para que sea posible una reforma o acuerdos que se hagan en enero o a espaldas de la sociedad, sino que tienen que ser con ésta, porque fue ésta la que instaló la necesidad de la reforma educacional.

Nosotros estamos convencidos de que no somos otra generación que vamos a mirar cómo sucedan los procesos, sino que queremos ser protagonistas de los cambios que nosotros mismos hemos instalado.