Valerio Massimo Manfredi, escritor italiano: "Magno no existe más"
En La tumba de Alejandro, el novelista y arqueólogo va en busca del enigma que todavía rodea su sepultura.

La primera vez que Valerio Massimo Manfredi coqueteó con el mundo antiguo tenía sólo 10 años. Su abuelo, un gran narrador oral, según el novelista italiano, solía contarle historias de espadas y armaduras al calor del fuego. Eran los años 50 en Italia y el futuro arqueólogo se fascinaba con cruzadas que rara vez encontraría en su propio siglo. Decepcionado, ha dedicado su vida a excavar en el pasado. Fue así como se encontró con la figura de Alejandro Magno.
"Ni siquiera los conflictos bélicos actuales tienen un resabio de esas grandes épicas. En Libia, por ejemplo, sólo tenemos un tirano mediocre que mata al que piensa distinto, y a occidentales que bombardean indiscriminadamente por aire, lo que es bastante cobarde. Todo es muy prosaico. El de Magno es un mundo perdido", señala el autor de la saga Alexandros.
En su súltimo libro, La tumba de Alejandro, Manfredi narra las infinitas leyendas que se han tejido en torno al paradero del rey más famoso de la antigüedad. Muerto antes de cumplir los 33 años en la Babilonia del 323 AC, la obra es una suerte de apéndice arqueológico de la trilogía con la que el italiano ha vendido más de seis millones de ejemplares. Suerte que no tuvo su novela anterior, Los idus de marzo, donde narraba las últimas horas de vida de Julio César.
"Reconozco que Magno ha cambiado mi estilo de vida, pero si volví a él es sólo porque salieron nuevas hipótesis sobre el lugar en el que habría sido enterrado, que me parecieron insostenibles. Este libro es una comunicación del tipo científica, no tiene nada que ver con las novelas anteriores", explica.
Dios pagano
Una de las versiones sobre el destino del rey macedónico que impulsó a Manfredi a escribir fue planteada por la arqueóloga griega Soulvaltzi. Esta afirmaba que Alejandro había sido sepultado en el cementerio de Siwa, algo que el escritor descarta, ya que él mismo visitó el lugar cuando estuvo en Egipto. "Fue un viaje lleno de aventura, porque ese día mi auto se echó a perder. Me quedé en medio de la nada, varado entre el mar y el oasis de Siwa, soportando temperaturas tan altas que habrían hecho imposible que la caravana de Magno hubiera pasado por ahí", dice.
Venerada durante siete siglos y sepultada por el cristianismo, además de tsunamis y otras catástrofes naturales, la tumba del emperador sigue siendo un enigma. "No hay mucho más que descubrir, porque estoy convencido de que la tumba de Magno no existe más. Todo lo que queda del movimiento funerario es la tumba de alabastro. El resto fue destruido por los cristianos a fines del siglo IV", afirma sobre una época en que se aplicó la pena capital a quienes adoraran dioses paganos.
En este contexto, a Manfredi no le cuadra que la momia de Alejandro Magno haya podido sobrevivir. Dice que los grandes tesoros sólo se preservan hasta que vive la civilización que los ha creado y que cuando el Egipto faraónico colapsó, todas las tumbas fueron saqueadas. "Cuando la organización que los cuida muere, llámese Estado o Ministerio de Cultura, se pierde todo. La de Tutankamón es sólo una excepción", sostiene el italiano, que asegura tener la costumbre de escribir de noche, con los libros de Dante en el velador y música clásica en sus audífonos.
Manfredi acaba también de terminar su nueva novela, pero en ésta se aleja del mundo antiguo. Se ambienta en la Italia entre 1914 y 1945. Titulada Hotel Bruni, prevé su publicación para fines de mayo en su país. "Es una historia muy emocionante, porque trata de una familia de campesinos que durante la Primera y Segunda Guerra Mundial acogió en su enorme establo a los más pobres. Allí hubo miserables que encontraron refugio y un plato de comida que los salvó del fascismo. Es una épica contemporánea. Los grandes eventos vistos desde la mirada de los más humildes", adelanta.
El proyecto cinematográfico sobre la trilogía Alexandros sigue en Columbia Pictures. "Ellos aún tienen los derechos". Pero no hay noticias todavía. El libro de Manfredi que sí llegó a la gran pantalla fue La última legión (2007). Y según el autor nacido en 1943 en Módena, no sería el único. De acuerdo a él, dos estudios norteamericanos estarían tras los derechos de El faraón del desierto y El talismán de Troya.
Considerado uno de los reyes de la novela histórica, a Manfredi no le gustan las etiquetas. "Los libros no necesitan hombres con espada y corazas para entrar en esta categoría, porque no hay mortal que pueda escribir algo fuera de la historia. Esta es la tentación de la humanidad de comprender una memoria común y se escribe a cada segundo", afirma el autor, que actualmente está excavando en Sicilia.
¿Qué representa la búsqueda incansable de Alejandro Magno?
Alejandro Magno representa ese vacío que nunca saciaremos, porque nuestra mente siempre será superior a nuestro cuerpo. Quiero decir que intentamos llenar ese espacio con vidas imaginarias, pero aún así quedamos insatisfechos. Por eso se ha creado el cine, la ópera o la literatura, para vivir vidas que nuestro destino nos ha negado.
¿Sigue pensando que Magno murió a causa de su propia ambición?
Alejandro murió probablemente por una pancreatitis, enfermedad que pese a todos los progresos de la medicina moderna, todavía no logramos vencer. No obstante, todo lo que sabemos de Alejandro es de cuatro siglos después de su muerte. No tenemos una línea de las fuentes originales y hacer un diagnóstico de un hombre que se murió hace 23 siglos con testimonios de médicos de estos tiempos, no es fácil.
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