Cuentas alegres sacaron en la Región de Coquimbo durante septiembre pasado, tras las Fiestas Patrias, debido a la renovada afluencia turística que los visitó, a un año del terremoto y tsunami. Según comerciantes y empresarios del rubro turístico, la recuperación ha ido de la mano, fundamentalmente, del turismo gastronómico y astronómico asociado al Valle de Elqui.

Ese mes, la ocupabilidad del Valle de Elqui a nivel país destronó a San Pedro de Atacama (considerado uno de los tres principales destinos turísticos de Chile, junto con Torres del Paine e Isla de Pascua), obteniendo un 84,6%, según los datos de la División de Estudios de la Subsecretaría de Turismo y Sernatur. La misma fuente agrega que "San Pedro, para la misma fecha, tuvo una tasa de ocupabilidad de un 79,1%. Sin embargo, hay que considerar que las llegadas totales a San Pedro de Atacama triplican a las del Valle de Elqui".

Con todo, en la zona del pisco toman este indicador como una señal positiva y digna de potenciar. Laura Cerda, presidenta de la Cámara de Turismo de Coquimbo, explicó que "el Valle de Elqui tiene un encanto especial. Hay muchos restaurantes, pisqueras, producción de parronales, medicina alternativa y el concepto místico, por los observatorios astronómicos que tienen larga trayectoria, como el Tololo y Mamalluca. Para este verano ya tenemos reservas" advierte.

Zona de relax

Rafael Vera, alcalde de Vicuña, indicó que para atender esa demanda "tenemos una amplia gama de pubs, restaurantes y hotelería de buena calidad".

Bárbara Tamblay, propietaria de Turismo Migrantes, touroperador del Valle de Elqui, interpreta las cifras "como resultado del trabajo del turismo astronómico desde hace años. El Valle de Elqui reúne muchas características de relajo y desconexión". Agrega que aún falta explotar atractivos, "como Gabriela Mistral, en Vicuña, y la cultura diaguita".

En San Pedro de Atacama, en tanto, están tranquilos. Según Claudio Yáñez, director regional de Sernatur Región de Antofagasta, lo que sucede con el Valle de Elqui se explica "porque es un destino que apunta a un nicho principalmente nacional, lo que se refleja en el incremento que tuvo en septiembre. En cambio, San Pedro de Atacama es un destino consolidado, que apunta principalmente al mercado internacional de larga distancia, sin una estacionalidad marcada".