Es jueves, pasado las 13.30, ya es hora del almuerzo y la subida Almirante Montt con Urreola, en Valparaíso, luce copada de autos estacionados. Incluso están saturadas las líneas amarillas -que prohíben la detención- y el espacio para discapacitados. A pocos metros, al final de Abtao, pasa lo mismo. En los cinco metros de ancho, los vehículos se instalan por ambos lados.

Ese es el panorama de los llamados "cerros boutique" del puerto: el Alegre y el Concepción. Ambos, sin embargo, están en la mira de la Dirección de Tránsito del municipio. ¿El tema? Casi un subterfugio. Se trata de un perímetro patrimonial, el cual podría comenzar a ser restringido producto del difícil acceso de bomberos y ambulancias para abordar eventuales emergencias.

"Estamos hablando del casco determinado por Unesco, donde se concentra el mayor número de casas patrimoniales. Y si pasa algo, una alerta, Bomberos casi no puede ingresar. Las calles son estrechas y están siempre copadas. Por eso, ya se ha informado sobre la situación que se debe abordar con los autos, de tratar de disminuir el flujo y controlar la zona, como medida de mitigación", explicó el comandante de Bomberos de Valparaíso, Rodrigo Romo.

No es solo una señal la que se pretende dar, sino un protocolo nuevo, gestionado entre el municipio y Bomberos, que protege los bienes de interés patrimonial en zonas de emergencia, y que comenzará con la capacitación de monitores de riesgo en cuatro barrios de la ciudad puerto.

El director de Emergencia de la Municipalidad de Valparaíso, Ezio Passadore, informó que las conversaciones apuntan a "buscar una solución para el reordenamiento vehicular, porque se trata de calles diseñadas a fines del siglo XIX, cuando nadie aquí tenía autos, y hoy existe una demanda que colapsa la zona, sin garantías para los residentes".

Serán cerca de 15 calles las que entrarán a evaluación. En una de ellas trabaja Rolando Muñoz, estacionando autos. Maneja llaves de algunos clientes, por "algún inconveniente", y por propinas también reserva lugares. "Los que más ocupan estacionamientos son gente del plan que trabaja allí y no quiere pagar; entonces ocupan los cerros, porque son públicos, pero joden a los turistas y a los que viven aquí".

La forma de demarcar los espacios es artesanal. Desde conos de seguridad hasta cajas de cerveza sirven de monolitos para "marcar" territorios y dejarlos para estacionar.

Edward Shelton es un ciudadano inglés instalado en Valparaíso desde hace 15 años, dueño de la pizzería Allegretto, en la calle Pilcomayo. Cuenta que en términos turísticos, "vivimos en colapso permanente. Esto debería ser peatonal,".

El protocolo para emergencias inicialmente incluiría a los cerros Alegre, Concepción, Bellavista y zona baja del Cordillera, donde se iniciará la marcha blanca. En esos sitios se levantarán mapas de riesgo y se fortalecerá el uso adecuado de los edificios patrimoniales. Y en el mediano plazo incorporaría a todo inmueble de conservación.