Van Gaal recupera a su brazo armado buscando anular a Lionel Messi
Nigel De Jong evoluciona del desgarro y marcaría al jugador argentino de Barcelona en la semifinal.
Nigel de Jong tiene fama de duro. Tampoco le cae mal el rótulo de malintencionado. La patada que le propinó a Xabi Alonso en la final del Mundial de Sudáfrica 2010 reveló la personalidad del entonces volante de Manchester City ante todo el planeta. En octubre del mismo año, revalidó el poco célebre título y fracturó al mediocampista Hatem Ben Arfa, de Newcastle United. Después, se disculpó.
El actual mediocampista de Milan parece de acero. Ni siquiera las averías parecen vulnerarlo. En el noveno minuto del partido frente a México, por los octavos de final de la Copa del Mundo, debió abandonar la cancha. Había sufrido un desgarro en la ingle y el diagnóstico médico fue categórico: no podría jugar durante el resto del torneo. Su recuperación no tardaría menos de un mes.
Sin embargo, el jugador formado en Ajax daría la sorpresa y reaparecería frente a Argentina. Al menos, esa señal es la que han dado los últimos entrenamientos de la Oranje, en los que el volante ha ido aumentando gradualmente la carga de trabajo y no ha sufrido nuevas molestias. Su misión está clara: borrar del campo a Lionel Messi, más allá de que pueda interpretar la instrucción al pie de la letra, con el consiguiente riesgo para la integridad de la estrella de Barcelona.
Para ello, de todas formas, cuenta con el aval pleno de Louis van Gaal, quien jamás lo reprocharía, pues lo considera clave en su plan de juego. "Sustituirle es muy difícil. De Jong es muy importante en el once inicial. Es un elemento clave para ejercer presión desde el principio. Es muy difícil encontrar un sustituto, porque tiene características que otros no tienen", dijo el estratega cuando lamentó su ausencia en el duelo frente a Costa Rica, por la lesión muscular que sufrió ante los aztecas. Al lado del estratega escuchaba De Jong, su brazo armado.
El próximo técnico de Manchester United, club al que podría llevar a su corajudo regalón, debió recurrir a Georginio Wijnaldum para reemplazarlo en la angustiosa victoria por penales frente a Costa Rica. No dejó de extrañarlo, pues la modificación lo obligó a alterar las características del equipo. Mañana, si su jugador preferido está en condiciones de disputar su 76º partido internacional con la Naranja, el jugador de PSV Eindhoven volverá a la suplencia. Y De Jong recuperará la licencia para matar. En el sentido más literal.
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